La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) advierte que el curso escolar 2022-2023, que arranca mañana en Castilla-La Mancha, comienza con una enorme confusión para los profesores por la ingente carga burocrática que deben soportar.
Así lo ha señalado este miércoles el sindicato en una nota de prensa, en la que señala que la nueva ley educativa implicará una «ciclópea burocracia extraordinaria» para el profesorado.
La Lomloe: más carga con nuevas ordenes de evaluación
En este sentido, el presidente del Sector de Educación, José Antonio Ranz, añade que «si antes había una enorme gestión administrativa, ahora con la Lomloe se añaden las nuevas órdenes de evaluación y las adaptaciones de los currículos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato.
«Está siendo un inicio de curso terriblemente complejo, que afecta también a los alumnos y sus familias», resalta Ranz.
De hecho, lamenta la publicación tardía de los currículums a mediados de julio por generar improvisación, ya que no ha dado tiempo a la edición de los nuevos libros de texto y los docentes tienen dudas a la hora de realizar sus programaciones.
Por ello, CSIF reclama el apoyo a los docentes a la hora de implantar la nueva normativa y la contratación suficiente de profesores para llevarla a cabo con éxito en la educación pública.
Ranz explica que se pretende mantener una atención individualizada sin que disminuyan las horas lectivas del profesorado ni se bajen las ratios. Es decir, «se exige más con menos recursos«, señala Ranz.
Un curso en el que, para el sindicato, se mantienen problemas como el horario superior a las 20 horas lectivas en Secundaria y Bachillerato por los ajustes de plantilla, el elevado número de jornadas reducidas de interinos (un 20% en Infantil y Primaria y un 34,7% en Secundaria y Bachillerato) o la falta de apoyo a los docentes en el tema de las calificaciones.
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