Cuenta la leyenda, que un amor prohibido cambió sus aguas y las convirtió en amargas. Cuenta la leyenda, que la joven Raquel lloró de día y de noche hasta llenar el pozo, desconsolada, por la perdida de sus amado. Cuenta la leyenda, que el rabino Levi, cuando se enteró del romance de su hija con Fernando, un joven cristiano, arrojó a este al pozo, lo que provocó las lágrimas desconsoladas de Raquel, que forjaron la leyenda del Pozo Amargo.
Criticas por su uso en unas obras
Esta es una de las leyendas más populares de Toledo y han convertido al Pozo Amargo, que también da nombre a la calle homónima, en uno de los lugares más curiosos de la ciudad, pero hoy este pozo ha sido protagonista por otra polémica cuestión. Y es que hay una imagen que se está compartiendo en redes sociales, en la que se critica que se esté usando el mítico pozo como soporte para realizar cortes en un plato de ducha con una radial.
Por las imágenes que se han compartido, no parece que el pozo haya resultado dañado, aunque sí ha quedado cubierto por una capa de polvo que ha desprendido el plato al ser cortado.
Las obras del Hotel en la bajada Pozo #Amargo @Eurostars en #Toledo, siguen a buen ritmo.
¿Que hay que cortar el plato de ducha?
Pues te bajas y usas el Pozo Amargo como mesa…#patrimonio #atentado pic.twitter.com/muDZjpj86A— Toletho (@ForoToletho) September 12, 2022
Casi mil años de leyenda
Se tiene constancia del pozo desde, al menos, el siglo XI, siendo uno de los más importantes del casco en aquella época, aunque sus aguas, como las de la mayoría de los que había en el casco, no eran potables, se utilizaban para otros usos. Cobraría mayor importancia a partir del siglo XII, concretamente en 1162, cuando se popularizó la leyenda del Pozo Amargo.