sábado, 23 de noviembre de 2024
Apertura del Año Judicial 2014 08/01/2014junio 9th, 2017

El Tribunal Metropolitano del Arzobispado de Toledo cerró el Año Judicial de 2013 con 39 nulidades matrimoniales, de las cuales 20 fueron en primera instancia y 19 en segunda. Según la memoria hecha pública, las causas tramitadas fueron 50, 24 en primera instancia y 26 en segunda. 

En el acto de apertura del Año Judicial de 2014 -un acto al que han asistido, entre otros, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, y el vicario judicial del Tribunal eclesiástico de Sigüenza-Guadalajara, José Ignacio Andrés de Diego-, el vicario general de la Diócesis de Toledo, José Antonio Martínez García, ha informado de que los capítulos invocados en las causas sentencias han sido «grave defecto de discreción de juicio» (21 en primera instancia y 14 en segunda); «incapacidad para asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por causa de naturaleza psíquica» (17 en primera instancia y 7 en segunda); «exclusión de algunas de las propiedades esenciales del matrimonio» (tres en primera instancia y dos en segunda); «simulación total del matrimonio» (una causa en segunda instancia); y «miedo grave» (una causa en primera instancia).


Durante su intervención, el arzobispo de Toledo ha expresado que «muchas personas están convencidas de lo que nos jugamos en la familia: nos jugamos el futuro de la sociedad y de toda la humanidad. Pero los cristianos estamos aún más convencidos de que la fe es un presupuesto imprescindible para que la familia sea auténtica y pueda responder a los múltiples aspectos que a lo largo de su historia vital tendrá que abordar. Es más, sabemos con certeza que sólo desde una fe vivida y confesante puede asegurarse la fidelidad conyugal, la protección de la vida, la educación de los hijos, el respeto a la dignidad de la persona y su libertad; en definitiva, la regeneración de una sociedad que se encamina a la civilización del amor». 

Braulio Rodríguez se ha referido a la celebración de dos nuevos sínodos convocados por el Papa Francisco que abordarán en dos etapas el sacramento del matrimonio y la familia: «la primera, la Asamblea General Extraordinaria de 2014, ordenada a delinear el status quaestionis y a recoger testimonios y propuestas de los obispos para anunciar y vivir de manera creíble el Evangelio de la familia; la segunda, la Asamblea General Ordinaria del 2015, para buscar líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la familia». 

El arzobispo ha añadido que «si para que nazca el vínculo conyugal entre los esposos no es necesaria la fe, sin ella correríamos el gran peligro de que los esposos contraigan un sacramento distinto al que Jesucristo instituyó y la Iglesia quiere. En efecto, el sacramento del matrimonio no se produce al margen de la fe o sin ninguna fe».

En la apertura del Año Judicial de 2014 también ha ofrecido unas palabras el vicario judicial del Tribunal eclesiástico de Sigüenza-Guadalajara, quien ha expresado que hay gente que está creando expectativas ante el discurso del Papa al Tribunal de la Rota Romana y sobre lo que pronunciará a cerca del divorcio y del matrimonio. Considera que es necesario tomar conciencia de la importancia de la tarea de administrar justicia en la Iglesia, al tiempo que apuntaba que esta labor «es algo muy grande porque las personas que acuden, acuden a que se les resuelva un conflicto que afecta a lo más valioso de su persona, a sus afectos, a sus sentimientos…». 

José Ignacio Andrés de Diego ha puesto de manifiesto que actualmente predomina la idea de que el matrimonio y esa unión entre dos personas «con consentimiento» «va en contra de la libertad y de la autorrealización». También señalaba que «muchas de las posiciones de la Iglesia sobre el matrimonio provienen de la conciencia que tiene la Iglesia de tener que defender el bien público». 

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