A Jule todo el mundo le conoce como Jule, y nadie como Julián García Rodríguez. Es pintor, de los de toda la vida, y un referente cultural en Toledo. Aunque no se lo crean viendo las fotos, tiene nada más y nada menos que 77 años y su gran afición, aparte de plasmar sus cosas en sus cuadros, es el senderismo de alta montaña. ¡¡¡Con 77 años!!!
«Sí, sí… Me encanta irme a la sierra de Gredos a pasear y a hacerme 30 kilómetros, subirme al pico Almanzor… Y lo hago porque es como trabajar, como pintar. Te lo pide el cuerpo, le he acostumbrado a ello. A lo que no le he educado es a ponerme bajo las faldillas y con el brasero, he educado a mi cuerpo a andar, a pasear por la sierra y cuando hay caminos extraños, pues mejor todavía. Y si me puedo medio perder, pues me pierdo. Las pérdidas controladas de Jule, como dice un amigo. Y es una realidad, porque yo sé por dónde voy, pero a la gente le engaño muchas veces. Me oriento muy bien en la sierra y nunca me he perdido».
Un fenómeno. Lean lo que dice de los escraches, por ejemplo. Entre sus «pertenencias» guarda un confesionario del siglo XV que recogió de un camión que lo llevaba directamente a la escombrera y ya preparar exposición para mayo con el reflejo de El Greco, como no podía ser de otra forma.
Perteneció durante muchos años al grupo Tolmo y ahora lo que le gusta es vivir en paz.
Pasen y vean el «cuadro» más irreverente de Jule… Por eso es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
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Oiga, ¿a usted no le hubiera gustado haber sido pintor de cámara de algún rey?
Si hubiera sido para aprovecharme como lo hizo Velázquez, sí. Si no, para ser un gilipollas metido en la Corte… ¡Pues no!
¿De qué rey?
Bueno, es que yo soy poco monárquico, entonces… ¡De ningún rey! Pero sí me hubiera gustado ser pintor de corte para aprovechar el tiempo y pintar y trabajar en condiciones, como hizo Velázquez. Otros lo que hicieron fue el gilipollas, lamiendo el culo al rey y ya está.
¿Por qué le dio por pintar?
La afición te llega cuando empiezas a ver un ambiente de barrio… Yo nací en la calle del Ángel, en Toledo, a dos pasos de la Escuela de Arte, donde yo iba a pasármelo bien corriendo por los pasillos y metiéndome por las clases de rondón para ver lo que hacían los demás. Entonces me di cuenta, tendría unos ocho años, que aquello era muy bonito, hacer aquellas cosas con las manos, modelar, pintar, hacer un dibujo… Y me dije: ¡Coño, a ver si yo también lo sé hacer!
¡Y le enganchó!
Pues cuál fue mi sorpresa cuando yo me encontré en mi mundo. Y cuando tuve ocasión de pasar de oyente, porque no tenía edad para matricularme, pues lo hice. Desde entonces no he dejado el pincel, el carboncillo… No, no, no… No los he dejado. Y ahora pintas porque no sabes hacer otra cosa, es de la mejor forma que te diviertes.
¿Usted ha sido un pintamonas?
Eso me parece una cosa muy peyorativa que yo, la verdad, no comulgo con ello. Habrá gente que pinte monas, claro, pero… Yo creo que también habré pintado monas, ¡¡¡¿¿¿por qué no voy a pintar monas???!!! Cuadros malos todos los hacemos, todos pintamos monas, sin lugar a dudas, y a veces más de las que pensamos, porque creemos que es bueno y a lo mejor el cuadro es malísimo. Y hay gente que es mejor que no coja un pincel en su vida.
¿Cuál es el cuadro que ha vendido más caro?
He vendido varios así caros… A alguna persona muy importante o a la administración. Mira, un detalle y es público, por eso lo cuento, el cuadro que está en la Biblioteca del Alcázar, en Toledo. A mí me lo compró la Junta, creo que compró varios a diferentes artistas para decorar ciertos establecimientos y cuando se terminó la Biblioteca los llevaron allí. ¿Por cuánto? No se puede saber.
¿Usted compra cuadros de otros?
Muy pocos. Lo que sí he hecho ha sido cambiar. Y seguiré cambiando. Porque es muy lamentable que yo tenga que comprar un cuadro a un compañero cuando sé que al día siguiente o en la próxima exposición ese compañero va a comprar uno mío. Lo que hacemos es ponernos de acuerdo y nos cambiamos. Y así nos vamos haciendo una colección de otros artistas. Yo no tengo dinero para comprar cuadros, igual que otros compañeros míos. Precisamente los que tratamos de no pintar monas somos los que no tenemos dinero, los que pintan monas… ¡Porque las monas se venden! Lo que no se vende es el arte.
A ver, explíqueme eso…
Pues lamentablemente es así. El arte, la investigación… Eso no se vende. Lo que se venden son las monas.
¿Su pintor preferido?
Siempre he dicho que tengo dos artistas preferidos no contemporáneos: Velázquez y Goya. Y de los actuales, Bacon. Punto. No tengo más.
¿Qué diferencia hay entre un pintor de brocha gorda y un pintor de brocha fina?
¡Joder! Ja, ja, ja… ¡El tamaño de la brocha! Ja, ja, ja…
¡Qué cabrón!
Ja, ja, ja… ¡Y también el tamaño de la cabeza!
¿Usted ha sido pintor de brocha gorda alguna vez?
Sí, sí… No para ganar dinero, pero sí para sobrevivir.
Es pintor, pero… ¿Por qué no le dio por ser político?
¿Tú crees que con esta cara yo podría ser político? Ja, ja, ja…
Ahhhhh… ¿Es que los políticos dependen de la cara que tienen?
Sí, sí… Ja, ja, ja… ¡Sí, sí, de la cara que tienen!
En su taller de pintura tiene… ¡Un confesionario! ¿Cómo ha llegado hasta ahí?
Pues es un confesionario que viene aproximadamente del siglo XV. Lo iban a tirar a la basura y yo me lo encontré encima de un camión lleno de escombros. Les pregunté a los señores: ¿Dónde van ustedes con esto? Y me dijeron que a tirarlo a una escombrera. Les pedí que si me lo podían descargar que yo me lo llevaba y… ¡Así fue todo! Aquí en Toledo.
¿De qué iglesia era el confesionario?
De una iglesia.
Ya, ya… ¿Pero de cuál?
De una iglesia. ¡Punto! Ja, ja, ja… ¡De una iglesia en la cual… Bueno, yo creo que eso de confesarse se ha pasado un poco de moda, yo creo que ya casi nadie se confiesa, y menos los políticos! Porque si se confesase mucha gente… ¡La verdad es que estaríamos de cojones! Ja, ja, ja…
¿Casaría a dos personas del mismo sexo?
Si se quieren, ¿por qué no?
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Ni entro ni salgo. Me gusta ver el fútbol, pero no tengo pasión por nadie.
¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?
Sí, como todo el mundo tengo a alguien en la familia parado. Un hijo, y no sé dónde llevarlo. Es geólogo, cerraron la empresa donde estaba trabajando… La historia de todas las familias. Ésa es la nueva historia contemporánea de España.
Si fuera juez, policía, banquero, abogado, cerrajero, funcionario de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?
Tengo mis objeciones, más después de haber surgido, tan modernamente, la palabra escrache. Porque los desahucios los hacen de una forma brutal y asquerosa. Porque si un desahucio no es un escrache, que venga Dios a verlo. Cuando sacan a los padres delante de los hijos, a rastras de los pisos… ¡Eso es más que escrache! Y los políticos dicen, cuando les insultan, que les hacen escraches. Y ellos no pagan eso. Y la Justicia tampoco lo paga pero protegen lo otro. ¡Eso es cruel, llega casi al crimen, al asesinato! A esos niños les quedará un trauma horrible después de ver a sus padres arrastrados por la Policía… Dicho esto, no estoy de acuerdo con ningún escrache, pero a eso que le llamamos desahucio es más escrache que un escrache.
¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?
Ufff… Bueno, pues la mayor locura por amor que puede cometer un ser humano, tanto un hombre como una mujer, me da lo mismo, es casarse. Es una locura por amor, o por ignorancia o por lo que tú quieras. ¡Porque a la larga te sale caro!
¿Sale caro?
¡Joder! ¡Los matrimonios salen carísimos! Ja, ja, ja…
¿Cuántos idiomas habla?
Castellano y mal.
Si mañana le tocara la lotería…
Repartirlo entre mis hijos, que lo necesitan.
Si fuera presidente del Gobierno de España, lo primero que haría sería…
Es que hay tantas cosas a las que hay que dar la vuelta… ¡No sé por dónde empezaría! Por ejemplo, lo del aborto. Habría que moverlo otra vez hacia el camino que llevaba. O muchas cosas que se están prohibiendo… Tengo una lista de todo lo que se está haciendo mal…
¿Existen los extraterrestres?
Tenemos muchos sobre la Tierra. Ja, ja, ja… ¿Fuera? No, yo creo que están aquí.
¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli en el caso de que hubiera uno para hombres; o tres, atender un teléfono erótico.
Pues… Mira, yo, desnudarme para posar… ¡La verdad es que no tengo cuerpo para eso! Me quedaría posiblemente con el teléfono erótico. ¡Tiene que ser muy divertido eso! Que solamente con la palabra te levanten el ánimo… Ja, ja, ja… ¡Tiene que ser divertido!
¿Actuaría en una película porno?
Sí. ¿Por qué no? Sin problemas. Siempre y cuando esa película fuese arte.
¿Las películas porno pueden ser arte?
Sí, claro.
¿Debería abdicar el Rey ya en el Príncipe?
Es que están las cosas tan difíciles que yo creo que da hasta miedo…
¿Quién le da miedo: el Rey o el Príncipe?
No. Me da miedo la situación política española. Sí, sí… Porque creo que hay gente que está esperando a que abdique el Rey para mover la Monarquía. Aún creo que si nos mantenemos en esta semidemocracia es por la Corona. No es momento de que pase gente nueva, por ejemplo el Príncipe. No es porque lo vaya a hacer mal, sino porque no es momento… Se le pueden venir muchas cosas encima y la falta de experiencia le podría hundir.
¿Se ha pegado con alguien alguna vez?
Sí, sí… De mayorcito también. ¡Nos pegamos una vez en un bar y tuvo que acudir la Policía y «to la pesca»! Ja, ja, ja…
¿Le dieron o dio?
Bueno, dimos todos. Fue, sencillamente, que metimos la pata como toledanos que somos. Los llamamos catalanes a dos catalanes. Ja, ja, ja… ¡Y ya está! Es que hay muchas formas de decir catalán… Les sentó muy mal y nos liamos a bofetadas. Hace ya unos años.
Pero… ¿qué les llamaron a los catalanes?
No, no… Simplemente… «Estos son unos jodíos catalanes». Y ya está. Ja, ja, ja… Pero no fui yo, fue mi compañero, que era un poquito patoso. Ésa es la verdad, siempre se metía… Yo me vi involucrado y… Fue la cosa más tonta que… Llegamos a un bar, el San Antonio, en Toledo, así se llamaba, nos pusimos en la barra y yo me puse al lado de dos tíos como dos castillos (hay que precisar que Jule es una persona más bien bajita). El que venía conmigo los oyó hablar y me dijo: anda, retírate de ahí, no estés al lado de esos dos tíos que son catalanes. Entonces ellos se volvieron y se liaron a bofetadas. ¡Y nosotros también, claro! Ja, ja, ja… Llegó la Policía y…
¡Y detenido!
Sí, claro. Pero no llegué a pisar el calabozo, porque llegó un policía, nos vio y nos dijo que nos marcháramos a nuestras casas.
¡Tuvo enchufe policial!
Sí, un poco. Sí, sí, sí… Nos fuimos y a los otros dos los dejamos allí, no sé qué pasaría con ellos porque no me volví a interesar.
¿Ha recibido propuestas sexuales de una persona de su mismo sexo?
Sí. Ja, ja, ja… Tuve uno que… Es una guasa y lo mentamos mucho entre los amigos. Un tío que vino de Madrid a trabajar a la Junta y… ¡Me llamaba a las 12 de la noche y me decía: Julián…! Ja, ja, ja… Hasta que le tuve que parar los pies… Le dije que se había equivocado de camino. Ja, ja, ja… Y el hombre no apareció más, parece que lo entendió perfectamente.
Repetimos pregunta, por si desde la última vez… ¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
¡Donde todo el mundo! ¿El sitio más raro? ¡La cama!
¿Cómooooooo…? ¡Es una máquina!
Ja, ja, ja… ¡El sitio más raro la cama, sin lugar a dudas!
¿Y el menos raro?
Eso ya… ¡Pues la verdad es que no lo sé! ¡Es que hay tantos sitios…! Pero no te puedo decir…