La Guardia Civil está centrando su investigación sobre la desaparición del cazador Antonio Fernández Muñoz, de 49 años, en una acción violenta o una desaparición forzada, según ha concretado hoy el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador.
Labrador se ha referido al caso de Antonio Fernández Muñoz, que desapareció el 30 de septiembre en Belvís de la Jara (Toledo) tras salir a cazar a una finca de la cercana localidad de Aldeanueva de Barbarroya.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, Labrador ha dicho que «debido al tiempo transcurrido y a lo que se está avanzando en las investigaciones, sí podemos decir que se está concretando el ámbito de reflexión y de investigación bien en lo que hace referencia a una posible desaparición forzada o bien en una acción violenta frente a lo que se pudiera pensar en un primer momento».
Ha insistido en pedir la colaboración ciudadana en este caso y ha asegurado que continuará la investigación «hasta averiguar lo sucedido».
La Guardia Civil está distribuyendo un díptico en el que pide colaboración ciudadana para intentar localizar a Antonio Fernández Muñoz.
El desaparecido mide 1,89 metros y pesa 98 kilos; tiene piel clara y pelo negro; sus facciones son alargadas, sus cejas pobladas y, habitualmente, usa gafas graduadas.
En el momento de su desaparición vestía pantalón de caza de color verde, jersey de ese color, un forro polar y un sombrero marrón. Calzaba botas de campo y portaba una mochila de caza con una linterna y unos prismáticos.