El Tribunal Superior de Justicia de CLM ha dictado Sentencia mediante la cual se condena al Sescam junto con la compañía de seguros Mapfre a indemnizar en 250.000 euros, más intereses legales desde la fecha de la reclamación en vía administrativo, por un diagnóstico erróneo de la fibrosis quística de un menor en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca.
Esta sentencia, tramitada por los abogados Dª. Carmen y D. Francisco Javier Fernández-Bravo de los Servicios Jurídicos de la asociación ‘El Defensor del Paciente‘, dicta indemnizar a a Doña P.M.A. y a Don J.C.P por no haber diagnosticado fibrosis quística que padecía su hijo mayor.
No se le detectó la enfermedad durante 4 años en el hospital de Cuenca
El matrimonio acudió al hospital en octubre de 2013 cuando su hijo mayor tenía tan solo 18 meses y presentaba síntomas sugerentes de fibrosis quística.
En el centro hospitalario se le llegaron a efectuar hasta 2 test del sudor en diferentes ocasiones arrojando siempre un resultado negativo.
Durante los siguientes 4 años, a pesar de que la sintomatología era florida y los padecimientos del menor eran graves, no se diagnosticó al menor la ‘Fibrosis Quística» que padecía privándole del oportuno tratamiento.
Tuvieron que esperar hasta el año 2017 cuando se diagnosticó y confirmó la enfermedad por medio de un test genético.
En ese momento fueron derivados a la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital del Niño Jesús donde se le realizó nuevamente un simple test del sudor, correctamente realizado, que arrojó un resultado positivo.
Una enfermedad genética que afectó a otra hija que «podía haber sido evitada»
Como consecuencia de tal error diagnóstico y durante ese periodo de tiempo la pareja tuvo otros 2 hijos, siendo que la hija menor también nació con fibrosis quística, una enfermedad que «perfectamente había podido ser evitada» por medio de selección genética o bien los progenitores podían haber tomado la decisión de no concebir a más hijos.
La repercusión y el daño ocasionado a la familia es enorme dada las gravísimas repercusiones físicas y en la esperanza de vida de los pacientes con fibrosis quística.
Según han explicado, el día a día de los cuidados de dos niños con dicha enfermedad es «abrumador», y ello sin contar el importante desembolso económico dado los constantes viajes a Madrid para las revisiones.
No solo no se trató correctamente a su hijo mayor desde su inicio, sino que la falta de diagnóstico permitió que naciese otra de sus hijos afectada por la enfermedad, algo que ha truncado las expectativas vitales que tenían cuando, cargados de felicidad, decidieron iniciar una familia.
El TSJCM reconoce el mal funcionamiento del aparato
El Tribunal reconoce en la sentencia que el error en el diagnóstico es achacable al mal funcionamiento del aparato por no haber sido mantenido correctamente, una competencia que es propia del hospital.
La presidenta de la asociación ‘El Defensor del Paciente’, Carmen Flores opina que: «Es inasumible la falta de mantenimiento del aparataje médico sencillo y/o formación de las personas que tienen que analizar los datos ya que, en el presente caso con unas simples medidas bien efectuadas y analizadas correctamente, se hubieran evitado los grandes daños causados a una familia y a unos niños que no tendrán la vida plena que se merecen»