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viernes, 22 de noviembre de 2024
Audiencia Provincial de Toledo. Foto: Rebeca Arango.
Audiencia Provincial de Toledo. Foto: Rebeca Arango.
En 2014 y 2015 - 21 septiembre 2022 - Toledo

Los dos acusados de planificar el secuestro y muerte de una mujer, porque se había rechazado tener una relación sentimental con uno de ellos, han negado su intención, y han dicho que fue idea de un tercero al que le encargaron la acción.

En el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo, los dos procesados José Benito G.P. y Sebastián R.C., han asegurado que la idea de secuestrar a la mujer en el pueblo de Badajoz en el que reside actualmente, y de trasladarla a Quintanar de la Orden (Toledo) para asesinarla, no fue suya.


Por el contrario han señalado que esta idea fue de Antonio, una persona que ha comparecido como testigo en el juicio, que según los acusados tiene «un carácter muy bromista».

El testigo asegura que fue uno de los acusados 

Sin embargo, Antonio ha contradicho la versión de los procesados y ha asegurado que fue J.P.G.P. el que le propuso llevar a cabo el secuestro, en una reunión que mantuvieron en Madrid años después de que ambos hubieran coincidido como internos en la prisión de Aranjuez.

Antonio ha relatado que José Benito G.P. le confesó en Madrid que había una chica que «le había engañado», que «le había puesto los senos en la cara», que era «una puta» y que había que localizarla en Badajoz, a donde había vuelto a su pueblo, cogerla y llevarla a Quintanar de la Orden, donde él y el otro procesado pensaban matarla y enterrarla en una fosa.

La mujer había residido un tiempo en Quintanar de la Orden, donde entabló amistad con José Benito G.P., que le propuso de forma insistente mantener una relación sentimental, a pesar de que ella le había dicho que no era posible porque le gustan sexualmente las mujeres.

Versiones diferentes de los dos acusados y el testigo

Durante el juicio, han quedado patentes las versiones contradictorias de los dos procesados y del testigo protegido, al que los acusados han atribuido la idea de secuestrar y de matar a la mujer, que en un principio achacaron a que tiene «un carácter bromista» hasta que después se dieron cuenta de que hablaba en serio, según han declarado ante el tribunal.

Sin embargo, Antonio, el testigo protegido, ha asegurado lo contrario, que fue J.P.G.P. el que le trasmitió sus intenciones y le dijo que su amigo S.R.C. estaba de acuerdo con sus planes, al tiempo que le propuso que el secuestro lo llevarán a cabo él y otro testigo protegido, que no ha comparecido en la vista, que deberían secuestrar a la mujer en Badajoz y llevarla a Quintanar de la Orden a cambio de dinero.

Después, en Quintanar de la Orden los procesados tenían previsto recoger a la secuestrada, matarla y enterrarla, bien en el monte o bien en un foso que se encontraba en la chatarrería que regenta S.C.R., aunque éste no quería porque este hecho lo implicaría más en el delito, ha aseverado el testigo protegido.

Asimismo, ha comentado que en principio pensó que el plan era una broma, pero que cuando se dio cuenta de que era una planificación real lo puso en conocimiento de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, con la que colabora en otras cuestiones.

A partir de ese momento, agentes de la UCO comenzaron a hacer grabaciones en las que aparecen los dos procesados y el testigo protegido, en las que hablaban sobre los planes de secuestrar a la mujer y de matarla, a las que los agentes que han comparecido en la vista han dado «total credibilidad».

Ellos han descartado que fuera una broma o que la iniciativa fuera del testigo protegido, como han mantenido los encausados.

También han coincidido en considerar que la planificación correspondió a José Benito .P.G., que ejercía el liderazgo de la trama, como se pone de manifiesto en las grabaciones, en las que en momentos determinados se autodenominaba jefe y que como tal era el que decidía, mientras que Sebastián C.R. estaba dispuesto a participar por amistad hacia él.

Antonio ha explicado que en las conversaciones con José Benito P.G. éste les conminaba a él y al otro testigo protegido a que secuestraran a la mujer en su pueblo de Badajoz y a que la trasladaran a Quintanar de la Orden, y que ante sus dudas les decía: «Me la traéis atada, me la dejáis y os vais. Es para mí y se acabó».

La mujer afirma que el acusado se puso violento

Por su parte, la mujer ha explicado que vivió en 2014 y 2015 en Quintanar de la Orden, donde se hizo amiga de José Benito, que le facilitó algún trabajo e incluso le adelantó el dinero del alquiler, pero en un momento determinado, el procesado le dijo que se había enamorado de ella y que quería tener una relación sentimental.

Ella dijo que no podía estar con él porque le gustan las mujeres, lo que provocó el enfado de José Benito, que se puso violento y, a pesar de sus preferencias sexuales, siguió insistiendo e incluso amenazó a su pareja cuando fue a verla a Quintanar de la Orden.

Ella puso las amenazas y el acoso en conocimiento de la policía, que le comunicó que si no denunciaba no podían hacer nada, por lo que decidió volverse a su pueblo de Badajoz, donde se enteró por los agentes de la UCO de los planes de secuestrarla y asesinarla.

En este sentido, el testigo protegido ha aclarado que José Benito P.G. localizó a la víctima a través de su cuenta de Facebook, y lo ha definido como una persona muy inteligente y totalmente normal, aunque si tiene algún problema con alguna mujer «su actitud cambia totalmente y da un giro de 180 grados».

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