¿Qué mejor manera de señalar el Día Mundial del Corazón que con una charla con el toledano Luis Rodríguez Padial, uno de los más eminentes cardiólogos de este este país?
Eso es lo que hace encastillalamancha.es, citarse en el corazón de su trabajo, en plena planta de cardiología del flamante Hospital Universitario de Toledo, en medio de la urgente ebullición sanitaria de un día entre semana.
Padial, jiennense de nacimiento y toledano de adopción, es una de tantas eminencias que unen la enorme sabiduría sobre un asunto a una humanidad cercana, accesible, cordial. Como si a uno ya no le extrañase que la máxima excelencia profesional, muchas veces, vaya de la mano de la personal.
El jefe de Cardiología del hospital de Toledo habla de un asunto tan técnico con elocuencia, logra eso tan difícil en cualquier área del conocimiento: trasladar lo complejo al lenguaje llano.
Su servicio, uno de los Premios Excelentes 2022
ENCLM habla con el mismo cardiólogo que el próximo miércoles 5 de octubre recogerá, en nombre de su equipo, el Premio Excelentes 2022, «En buenas manos», que concede ENCLM al Servicio de Cardiología que él dirige, un servicio que lleva varias décadas en la excelencia de su área pese a las limitaciones del vetusto Hospital Virgen de la Salud, en el que ha desarrollado su labor hasta el reciente traslado al HUT (Hospital Universitario de Toledo).
El cambio al nuevo hospital está muy reciente. Habla de lo obvio, que hay más espacio, ya que «había cosas que estaban poco presentables, más para los pacientes, había una gran dispersión y algunos (profesionales) se encontraban en sitios muy pequeños». «No tiene nada que ver», añade, «la hospitalización, las habitaciones, la atención a los pacientes, áreas como las arritmias, la hemodinámica, la unidad coronaria… se ha corregido, es un antes y un después, ha mejorado muchísimo».
Sostiene Rodríguez Padial que Castilla-La Mancha ocupa un lugar medio nacional en cuanto a prevalencia de enfermedades cardiovasculares, detallando con todo que las más frecuentes son la cardiovascular coronaria (infarto, angina de pecho, ictus), los problemas valvulares (han cambiado las formas de presentación, ya que antes de daban más en gente joven y ahora se dan más en personas mayores) y la insuficiencia cardiaca, explica.
¿Más o menos muertes que antes por enfermedades del corazón?
¿Hay más o menos muertes por enfermedades del corazón que antes? «Los cardiólogos han logrado disminuir la mortalidad en enfermedad coronaria en la fase aguda (mueren menos pacientes a los que les ha dado un infarto, ya que hay angioplastia primaria, desarrollada en estos tiempos en CLM, donde hay varios centros). Pero a la vez hay más pacientes a los que hay que seguir año a año, aunque no fallezcan», responde.
Es cierto que hay más pacientes con problemas cardiovasculares por el envejecimiento de la población (insuficiencia cardiaca, estenosis aórtica), o sea, que hay más mortalidad aunque la aguda del infarto ha disminuido.
La obesidad también es otro aspecto importante que hace que sufra el corazón, subraya. Y es que no hay que olvidar, recuerda, que la patología cardiovascular es la primera causa de muerte en los países desarrollados, obviamente también en Castilla-La Mancha. Pero la obesidad está haciendo que «haya cada vez más hipertensos y más diabéticos, lo que aumenta la patología cardiovascular».
Luego está la cuestión de los hábitos de vida. Por ejemplo, la obesidad infantil. «La obesidad está haciendo aparecer en jóvenes enfermedades que antes eran de viejos, como la diabetes, la de tipo 2, la que se hereda, genes que están ahí pero no actúan inmediatamente, sino que se pueden modular si se hace ejercicio físico o no; el sobrepeso hace que los genes que estarían dormidos, que aparecerían a los 70 años, surgen a los 14 o 15 años en personas con obesidad mórbida», afirma quien alude a la necesidad de los cardiólogos de transmitir a los jóvenes la necesidad de tener hábitos saludables de vida.
«Hay que poner el énfasis en la promoción de la salud»
Hay que poner el énfasis en la promoción de la salud en vez de en el control de los factores de riesgo. Las bases de dicha promoción son, según el cardiólogo, el ejercicio físico adecuado a la edad y la dieta mediterránea, que la «estamos abandonando por la publicidad, adoptando las de otras culturas», afirma.
«Al que le guste, que se tome una hamburguesa de vez en cuando, pero no hay que basar toda la alimentación en ese tipo de cosas. Y los alimentos ultraprocesados tienen unos componentes que son nocivos para la patología cardiovascular», avisa.
Un mal hábito que habría que abandonar es el tabaquismo; al respecto, recuerda el jefe de Cardiología del hospital de Toledo que el porcentaje de mujeres jóvenes fumadoras es más alto que el de los jóvenes fumadores, y «muchas pertenecientes al mundo sanitario, sobre todo enfermeras y auxiliares», asegura. Otro mal hábito que hay que desterrar, ya aludido, es de la mala alimentación, aunque admite en este sentido que el abandono de la dieta mediterránea en algunos casos se debe a motivos económicos en una época de crisis como la actual.
La Sociedad Española de Cardiología (de la que él es presidente electo), la Fundación Española del Corazón aconsejan desde hace años, sus mensajes «calan» pero no lo que sus responsables querrían. «Queremos movernos más hacia la gente sana, a promocionar la salud entre la gente joven, entre los niños, educarles en lo importante que son la dieta y el ejercicio, ya que llevan ese mensaje a casa, la madre es la que prepara la comida casi siempre, y todo el mundo en el hogar recibe el mensaje, porque el niño exige esa comida», explica el cardiólogo toledano.
«La salud se cuece en el estómago»
Y es que «la salud se cuece en el estómago, como dijo el Quijote«, cita muy oportunamente el entrevistado.
Volviendo a la idoneidad del ejercicio físico para prevenir no solo la salud cardiovascular sino la general, a Rodríguez Padial le parece «bien» incluir el ejercicio físico como prescripción médica. Y es que cree que el «ejercicio actúa en la salud como una polipíldora, beneficiosamente a todos los niveles, pero hay que saber cómo prescribir y adaptar la prescripción a cada tipo de paciente, por lo que hay que darle formación al médico, lo ideal sería que hubiese un seguimiento», opina. «Si se ha visto que el ejercicio físico es muy bueno a cualquier edad, es muy bueno a medida que pasan los años», insiste, y es que «la diferencia entre un joven que haga ejercicio y otro que no, no es tanta, pero hacerlo a partir de los 70 es lo que te da autonomía en tu vida, la diferencia es abismal», subraya.
No en vano, avisa, las patologías suelen ser más graves en quien no tiene unos músculos suficientemente desarrollados, ya que los «músculos te protegen».
Otra circunstancia, en este caso social, que perjudica no solo a la salud cardiovascular sino a la salud general, es el estrés, pero a la primera «muy en especial». Al respecto, comenta los casos del «corazón roto«, debido a un disgusto: «El corazón se contrae, las arterias están bien, no es un infarto pero el corazón se queda paralizado, adoptando la forma de una vasija. Antes se veía pero no lo entendíamos, y ahora es frecuente. El estrés puede producir muchos problemas, sube la tensión arterial… Y esto lo contrarresta el ejercicio físico, ya que tiene un mecanismo anti-ansiedad, por eso está recomendado en las primeras fases de esta».
En una sociedad tan veloz como esta, para contrarrestar el estrés y la ansiedad, apunta a la conveniencia de una «buena actitud», pero admite que «no es fácil, requiere madurez, tener cierto nivel de crecimiento personal, de autocontrol, aunque todo esto se puede entrenar, como todo en la vida».
«Una buena actitud contra el estrés»
«Si no eres capaz de amortiguar el estrés, te destroza, pero si aprendes a responder positivamente ante oportunidades, creces, y cambias positivamente», aclara sobre esta cuestión.
Aún en el ámbito del estrés, se le pregunta a Rodríguez Padial si la gente del campo vive más tranquila: «No hay grandes diferencias. Eso sí, antes en los trabajadores del campo que llevaban una dieta más sana, el riesgo era algo menor, pero ahora hay mucho envejecimiento en esta población», apunta.
Otro aspecto muy debatido en torno a la salud cardiovascular es si el consumo moderado de alcohol es bueno o no. Dice que es un «debate abierto». «Yo no soy experto, pero sí lo he revisado. No se puede saber con seguridad porque ningún estudio se ha hecho con la máxima calidad (alude a la imposibilidad de elegir dos segmentos idénticos de población para hacer la comparativa). Con dichos sesgos, la información que teníamos hasta ahora decía que beber una cantidad moderada de alcohol (una o dos copas en los hombres y una en las mujeres) prevenía la patología cardiovascular, pero luego salió un estudio en Inglaterra que decía que no, que la mortalidad aumenta desde la primera copa; y luego salió otro que decía que era cierto lo primero…», responde.
«Depende de la situación individual»
Lo que se vio en estudios previos fue que «el alcohol previene la patología cardiovascular, en cantidades moderadas, pero si uno no tiene riesgo de esta patología, no te vas a beneficiar de lo anterior y vas a adquirir todos los perjuicios del alcohol, aumentando el riesgo de cáncer, pero a una persona de 50 años con factores de riesgo cardiovascular, el alcohol le protege, esto es, depende de la situación individual», expone.
Los alimentos malos para la salud cardiovascular… Dice que no hay alimentos que tengan que ser necesariamente malos o buenos, sino que depende del patrón de alimentos que uno tenga, con qué otros alimentos se los tome uno. «Si uno toma un día un alimento procesado en el contexto de la dieta mediterránea, no es tan malo, pero solo hay dos cosas malas las tomes como las tomes, la sal y los ácidos grasos trans (los que en teoría eran buenos pero se han alterado para que la industria los pueda transformar mejor), muy frecuentes en los alimentos ultra procesados», expone.
«La dieta mediterránea… y el ayuno intermitente»
Lo cierto es que la única dieta que se ha demostrado que favorece la salud cardiovascular es la mediterránea: frutas legumbres, verduras, pescado, harinas no refinadas, aceite de oliva, fruto secos y poca carne roja…, enumera.
Y ahora, según Rodríguez Padial, se pone de moda algo que él mismo practica y detalla, el ayuno intermitente, del que hay dos modalidades: permanecer 16 horas sin comer todos los días o durante dos días. Fuera de esas 16 horas uno puede comer lo que quiera (siempre en el marco de una dieta sana, claro). Al parecer, en las últimas horas de dicho ayuno se activan las mitocondrias (las que producen la energía) y sustancias que aumentan la inmunidad, mejoran las defensas del organismo e incrementan la longevidad . Por lo visto, se pierde el mismo peso siguiendo una dieta mediterránea moderada en calorías que con el ayuno intermitente, pero, asegura, «el ayuno intermitente es más fácil de llevar».
¿Y son los deportes aeróbicos los que promueven más la salud cardiovacular? Según Rodríguez Padial, esto también ha cambiado. Antes a una persona que había sufrido un infarto se le desaconsejaba que cogiera pesas, por ejemplo, pero se ha comprobado que hacer masa muscular ayuda bastante, con lo que «se hace una mezcla, los pacientes hacen una rehabilitación con ejercicio aeróbico, la base, complementándolo cada vez más con ejercicios de masa muscular».
De tal forma que él mismo recomienda este tipo de ejercicio a las personas mayores, «aunque a veces con poco éxito», reconoce.
«20 o 30 % más de muertes por falta de control en pacientes crónicos» (por la Covid)
¿Han influido muy negativamente la Covid y la crisis en la calidad del servicio? «Políticamente correcto habría que decir que no. Durante la crisis sanitaria, sí, porque estuvimos cerrados durante algo más de un mes. Tras ello empezamos a ver a los nuevos pacientes y a revisar por teléfono a los crónicos; ahora estamos a pleno rendimiento», contesta. Sí que admite que el seguimiento de los pacientes crónicos se deterioró. Y ha aumentado la mortalidad en un 20 o un 30 por 100 «por diversas causas, como las secuelas de la Covid, pero un porcentaje no despreciable corresponde a pacientes con patologías crónicas (diabetes, hipertensión, el colesterol mal controlado), que no se han controlado adecuadamente durante la pandemia».
«No se invierte suficientemente en investigación»
Un punto en el que el cardiólogo toledano es taxativo es en decir que no se invierte suficientemente en investigación en Castilla-La Mancha. «Si se miran las listas, en investigación Castilla-La Mancha está de las últimas. No en el servicio, sino en la sanidad en general. Muchas veces, cuando llegan los recortes, lo primero que quitan es investigación. No lo dicen. Todos los políticos, unos y otros, siempre dicen que la investigación es fundamental. Aquí se da la tasa más baja de publicaciones. Ahora se trabaja para hacer un instituto de investigación, a ver cuándo lo tenemos. Ha salido ya en el DOCM (Boletín Oficial de Castilla-La Mancha). Y tampoco se ha facilitado conseguir fondos de fuera para la investigación», asevera.
Sobre este último extremo, explica que muchos hospitales en España hacen ensayos clínicos, a propósito de los nuevos fármacos, por los que la industria farmacéutica paga un dinero. Una parte de ese dinero va a los investigadores y otra a la institución médica, «el cual muchas veces permite contratar a investigadores, hay hospitales que tienen montados institutos de investigación», destaca.
«Han puesto muchas pegas»
Dice que «aquí hay gente que hace ensayos clínicos, en oncología, hematología, pero con unas enormes dificultades, porque han puesto muchas pegas, y ha pasado que eso se ha ido a otro sitio». «Y ello», prosigue, «no nos ha permitido a nosotros trabajar con los últimos fármacos, ni estar en publicaciones», objeta.
Por último, cuando se le pregunta qué lugar ocupa el servicio de cardiología de Castilla-La Mancha en el «ránking» nacional, y aunque «ha costado tiempo conseguirlo», cree que, sin estar entre los «top ten, sí se encuentra en el grupo cabecero, no en vano los últimos avances en la sala de electrofisiología, la rehabilitación y el nuevo rango universitario». A este último respecto, alude a la importancia de «atraer a buenos profesionales» y afirma que han logrado conformar «un grupo de gente muy competente».
Biografía de Luis Rodríguez Padial
- Licenciado en Medicina y Cirugía (Granada, 1980).
- Especialista en Cardiología (MIR en Hospital Ramón y Caja, 1986).
- Doctor en Medicina (Universidad Complutense de Madrid, 1992).
- «Fellowship» en Ecocardiografía (Harvard Medical School, Massachusetts General Hospital, 1995).
- Doctor en Educación (UNED, 2014).
- Acreditado como Profesor Titular de Universidad (Aneca, 2014).
- MBA (UNED, 2015).
- Vicepresidente de la Sociedad Española de Cardiología (2015) (actual presidente electo).
- Médico Adjunto de Cardiología (Hospital Virgen de la Salud, Toledo, 1987).
- Médico Adjunto de Cardiología (Hospital Virgen de las Nieves, Granada, 1994).
- Jefe de Servicio de Cardiología (Hospital Virgen de la Salud, Toledo, 1995, y en el actual Hospital Universitario de Toledo).
- Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Toledo (2011).
- Miembro de la Academia de Medicina de Castilla-La Mancha.
- Autor de muchos libros y capítulos de libros, artículos científicos y conferencias en congresos científicos.