miércoles, 27 de noviembre de 2024
10/01/2014junio 9th, 2017

El director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, José Luis Pinilla, ha criticado hoy que la sociedad sea «tan restrictiva» con los inmigrantes, en un momento en el que muchos españoles abandonan su país «movidos por la situación de crisis y falta de trabajo».

Pinilla ha hecho estas declaraciones en la presentación de la campaña «Ha100do un mundo mejor», con motivo de la Jornada Mundial de las Migraciones, que se celebrará el próximo 19 de enero y este año conmemora su cien aniversario.


Los obispos han recogido el testigo del Papa, que «lleva en su ADN» la característica de emigrante y habla «no solo con palabras, sino con hechos como trasladarse a Lampedusa» después del naufragio del pasado mes de octubre, ha afirmado el presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones y obispo de Albacete, Ciriaco Benavente.

En la rueda de prensa se han tratado otros temas de actualidad como las vallas de Melilla, una noticia «lamentable» que «a todos nos hizo sufrir cuando la escuchamos», ha precisado Benavente.

También ha planteado «por qué la política europea tiene tanto interés en el control de fronteras» y no en afrontar el «problema de fondo», en relación a las pésimas condiciones de vida que obligan a una persona a emigrar.

Preguntado por si la Iglesia pediría la transformación de Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), el obispo ha instado a que «no se trate a estas personas como delincuentes» y se enfoque su problema desde la perspectiva de «atención social», y no tanto «policial».

En cuanto a la retirada de la tarjeta sanitaria de los inmigrantes sin papeles, Benavente ha pedido que se respete «un derecho tan importante como el derecho a la salud», que no se vea «restringido» y que no se pongan dificultades para que las personas sean atendidas.

Los obispos han recordado que la Iglesia lucha por «deshacer prejuicios y miedos» entre quienes miran a los inmigrantes con recelo y se han referido a este fenómeno como «desafío permanente» de integración y convivencia.

«La grandeza del emigrante es que es la imagen de Dios», ha destacado Benavente, quien ha recordado que el Papa «habla de una Iglesia evangelizadora que nos invita a descubrir el rostro impreso de Cristo en el rostro de cada persona».

Pinilla se ha referido a las migraciones como una «realidad imparable» que conforma un «nuevo paradigma sociocultural», donde la «movilidad humana» es una de las características de la sociedad actual.

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