«El himno del Liverpool lleva por título «You’ll never walk alone» («Nunca caminarás solo») y quiero aprovechar ese bello título para dirigirme hoy principalmente a vosotras, las mujeres de España.
Estamos en unos momentos donde creo necesario dar pasos firmes, seguros y por supuesto, siempre adelante por el bien de la sociedad y por eso, me siento obligado por mis profundas convicciones personales y políticas a apoyar la causa feminista.
Son muchas las veces que he mostrado públicamente mi apoyo al colectivo de mujeres de España, a las distintas asociaciones que se reúnen a favor de la defensa de los derechos de la Mujer y de la necesaria igualdad que, lejos de establecerse en nuestro país, se encuentra en serio peligro ahora más que nunca.
Está instalado como debate de la calle la más que polémica reforma de la Ley del Aborto, una Ley que está creando un amplio foro de opinión que a su vez, está provocando una profunda fractura social entre el Gobierno del Partido Popular y la ciudadanía.
No voy a ocultar que no sólo estoy en contra de lo que quiere imponer el Partido Popular sino que además, estoy a favor de mantener con todos sus puntos y comas la ley vigente, la llamada «Ley de Plazos» aprobada por el anterior Gobierno (para muchos, el mejor en materia de avances en derechos sociales de toda nuestra Democracia).
Este Gobierno se ha empeñado en dividir a la ciudadanía haciendo posible que podamos ser el país con la peor Ley del Aborto de toda Europa, donde ya estamos viendo que muestra su total rechazo exceptuando (como no podía ser de otra manera) el apoyo de la Extrema Derecha de Francia de Le Pen.
Siempre he defendido que una sociedad debe ser educada y formada en derechos antes que en deberes y obligaciones y es por eso, que mantengo con firmeza que cualquier persona debe tener el legítimo derecho de hacer con su vida lo que crea conveniente en cada momento.
Estableciendo como base que el ser humano debe ser libre, ¿acaso el Partido Popular olvida que las mujeres son seres humanos y que por tanto son libres? y añado otra pregunta ¿quién es nadie para determinar qué debe hacer una persona con su vida y con su cuerpo?.
Apelo para defender mi postura que el aborto, entendiéndose como una decisión muy personal e íntima que es profundamente dolorosa de tomar para una mujer y sobre la que todas sin excepción estoy convencido que están en contra, debe ser una medida que toma esta persona después de haber pasado por sí misma y sin ayuda de nadie por un profundo examen de conciencia que ella debe hacer libremente sin que pueda cualquier persona coartar su propia libertad.
Me llama poderosamente la atención que la mayoría que defiende el No al aborto, son hombres y no mujeres. Después de esta afirmación me acude a la mente, como un reclamo a gritos muy necesario, la siguiente pregunta: ¿quién es un hombre para decidir lo que debe hacer una mujer? ¿acaso una mujer debe estar subyugada a lo que diga un hombre? ¿es que una mujer no puede por sí sola pensar y decidir lo que quiera hacer en todos los ámbitos de su vida? ¿de verdad un hombre quiere que una mujer traiga al mundo a un niño con malformaciones que viva eternamente en este mundo sufriendo?.
Desde aquí pido por favor que no se trate a las mujeres como personas que no pueden decidir por sí mismas. Pido que no sean tratadas como si fuesen tontas, inútiles o incapaces para dar los pasos que ellas quieran dar en la vida pues ese pensamiento nos alejaría de lo que una sociedad civilizada debe tener y sí que nos acercaría a etapas de la Humanidad no tan lejanas de las que no creo que nadie con sentido común, pueda sentirse orgulloso.
Quiero lanzar también un aviso a la Conferencia Episcopal tomando las palabras de la Biblia cuando queriendo la gente lapidar a María Magdalena, Jesucristo dio aquello de: «quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra» puesto que no creo que sea imperdonable que una mujer aborte puesto que a veces, circunstancias personales (muchas veces económicas) obligan a una mujer a tener que recorrer el camino del aborto sin poderlo remediar, por desgracia.
También, quiero insistir en otra idea que se recoge en la Biblia para que la mencionada Conferencia Episcopal reflexione de una vez y sea consecuente con las Sagradas Escrituras que pregonan en sus púlpitos, pero bien poco llevan luego a la práctica donde recuerda en uno de esos pasajes el propio Jesús aquello de «a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César».
Con todo ello, quiero dejar claro mi compromiso con las mujeres de España y del resto del mundo hoy y siempre y ser uno más de los que están a favor de la defensa de sus legítimos derechos, pues ningún gobernante que se precie podrá jamás gobernar la intimidad de nadie, por mucho que se empeñe un gobernante como los que ahora están al frente de este país llamado España.
Mujeres de España: por mucho que quieran unos pocos amedrentaros, sabed que nunca caminaréis solas.
Tenéis mi total apoyo».
Diego Ruiz Ruiz es militante del PSOE de la provincia de Toledo y residente en la provincia de Granada.