Cuatro vecinos de la localidad de Valdemanco de Esteras (Ciudad Real) se sentarán este miércoles, día 15, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real por increpar al párroco del pueblo en abril de 2011 tras la tradicional fiesta de «Los Quintos».
Según consta en el escrito de acusación de la fiscalía, el ministerio público solicita para cada uno de los acusados una pena de 140 euros de multa (a razón de 20 días de multa con una cuota diaria de 12 euros) por una falta leve por vejaciones injustas.
Los hechos ocurrieron sobre las 20:15 horas del 24 de abril de 2011, Domingo de Resurrección, cuando el párroco, G.G.R., acompañado de otras dos personas, se personaron en la citada localidad con la finalidad de celebrar la misa y tras el toque de campanas un nutrido grupo de personas, entre las que estaban los acusados se aproximaron a la plazoleta de la iglesia «encarándose contra el párroco».
Con «evidente ánimo difamatorio», según el fiscal, le dirigieron varias expresiones humillantes, tales como «sinvergüenza, viejo, cura jubilado, vete de aquí no te queremos…», decidiendo finalmente cerrar la iglesia y marcharse de allí.
Según reza una antigua tradición, el Domingo de Resurrección salen en procesión por las calles del pueblo «los quintos», acompañados por el resto de vecinos, hasta llegar a la iglesia, en cuyas puertas les esperan «varios gallos vivos colgados de sus patas en unas cuerdas», que tras la misa son soltados en los corrales e indultados para siempre, según han relatado a Efe los vecinos.
Pero el sacerdote de Valdemanco de Esteras se negó a oficiar la misa si persistía la cuelga de gallos y decidió suspender la función religiosa, por lo que fue insultado.
Los vecinos que fueron denunciados por el párroco son E.R.L., A.R.M., A.R.A. y F.R.P.
El cura, en declaraciones a Efe, se ha mostrado «animado, tranquilo y con la seguridad de ganar el juicio» aunque espera que se llegue a un acuerdo antes de iniciarse la vista oral, que está prevista para las 10:00 horas del miércoles.
El sacerdote ha explicado su contrariedad a la «cuelga de gallos» afirmando que «hay tradiciones muy respetables pero que no son para meterlas en las celebraciones de la Iglesia».
El cura ha recibido mensajes de apoyo por parte de varios vecinos de Valdemanco de Esteras, así como de otros municipios cercanos como Agudo y Puebla de Don Rodrigo, donde también desempeña su trabajo, aunque ha admitido a Efe que «otros vecinos están en mi contra».
No obstante, «pase lo que pase» en el juicio, el cura va a seguir oficiando misas para los 220 habitantes del pequeño municipio de Valdemanco de Esteras.