Medio centenar de personas se ha congregado este jueves en Toledo para condenar los tres crímenes machistas que se han producido en 24 horas en Benidorm, Palencia y Málaga, que elevan a 33 los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año.
«Nos negamos a que el incesante goteo de asesinatos que se cuela tan a menudo en las noticias de nuestro país se normalice y se asuma a base de repetirlo», ha denunciado una portavoz de la plataforma 8M Toledo, convocante de la manifestación, en el manifiesto que ha leído en la plaza de Zocodover.
María Luisa, Raquel y Débora
El cadáver de María Luisa, de 68 años, fue hallado con dos puñaladas en el pecho por la policía tras ir a notificarle el suicidio de su marido en Benidorm.
El cuerpo de Raquel, 32 años, también fue descubierto cuando los agentes fueron a su vivienda a notificarle la muerte de su pareja, que se arrojó a las vías del tren en Palencia. En la casa se encontraban una niña de siete años y un niño de dos años.
Débora, 39 años y madre de dos hijos, fue estrangulada y enterrada en hormigón en una nave industrial del polígono de La Estrella (Málaga).
En esos dos días, un hombre de 38 años propinó varios puñetazos en la boca a su esposa de 35 años, que le causaron la pérdida de piezas dentales. La policía encontró a cinco menores escondidos en una habitación muy asustados.
La plataforma 8M Toledo ha mostrado su más absoluto «dolor, rechazo, rabia y asco» hacia un sistema patriarcal que violenta a la mujer y la asesina: «No puede pasar por algo habitual, no puede convertirse en una rutina que, a base de vivirla, no nos duela».
La asociación ha mostrado su firme determinación a seguir trabajando, movilizándose y luchando para erradicar la violencia que se ejerce contra las mujeres, a la vez que exigirán la adopción de medidas dotadas de personal y de presupuesto «cueste lo que cuesta, porque las vidas no tienen precio».
«Las medias tintas no nos valen, necesitamos determinación y posiciones claras. Haya que enfrentarse a quien haya que enfrentarse», han asegurado y han cargado contra una «sociedad durmiente» que debe despertar y salir a la calle contra la violencia machista y retrógrada de cada día.