Patricia Jiménez Ranchal, vecina de la localidad conquense de Tarancón (Cuenca), es una de las 14 madres en duelo por la perdida de un hijo o hija a causa del cáncer infantil, que están recorriendo el Camino de Santiago con el propósito de dar visibilidad a esta enfermedad que afecta a más de 1.300 niños cada año.
Esta iniciativa que, surgió a traves de la unión de las redes sociales, nació como un grupo de apoyo para «liberar emociones» y compartir su experiencia con el cáncer infantil y la perdida de sus hijos, tal y como nos cuenta Jiménez a encastillalamancha.es.
Ahora, son más de cuarenta madres las que lo forman y que tienen un objetivo común: dar más visibilidad a esta enfermedad infantil y reivindicarse para recaudar más fondos para la investigación de este tipo de cáncer en España.
En total 14 madres están recorriendo el Camino de Santiago.
Madres en duelo solicitan más investigación en cáncer infantil
La historia de Patricia es una de los cerca de 300 casos de niños que mueren a causa del cancer infantil en España cada año.
Su hija, con tal solo 7 años, falleció tras haber padecido Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer de huesos muy agresivo y que «rara veces se cura». Se trata de un cáncer, como nos explica, que no tiene investigación y cuyos tratamientos están «muy obsoletos».
«Aunque parezca mentira, el cáncer infantil es un tabú», lamenta Daniela Martínez, otra de las madres que forma parte de ese grupo de madres, quienes pese a que, apuntan que no pueden hacer nada por sus hijos, «quedan muchos niños todavía luchando contra enfermedad, y que probablemente se quedarán sin recibir el tratamiento adecuado».
Por ello, han decidido emprender este experiencia, que arrancó el pasado lunes, 3 de octubre, recorriendo el Camino de Santiago para reencontrarse, una manera de «abrazarnos, compartir nuestro dolor y mirar hacia delante», explica Martínez.
Tres días son los que llevan atravesando los paisajes de Galicia, una camino que les está sirviendo como terapia, donde pueden reír, llorar y donde podemos sentir duras conversaciones que no podemos tener fuera del ámbito que estamos viviendo».
«Estamos sintiéndonos muy conectadas, todas las emociones son válidas, y vamos a volver renacidas», ha finalizado Patricia.