¿Usted entendía a los proveedores que venían un día sí y otro también al despacho a cobrar, aunque perdieran las formas? ¿Entendía su desesperación? ¿En 2014 pagarán con normalidad?… Son algunas de las preguntas que le formulamos al consejero de Hacienda, Arturo Romaní. Su respuesta es prudente, pero optimista: La tesorería no se arregla de un día para otro, pero hemos terminado 2013 en unas condiciones muy buenas y confío que seamos capaces de comenzar 2014 pagando en plazos de ley de morosidad.
Encontrarán más explicaciones en las próximas líneas y en la entrevista que publicamos íntegra en portada.
Aunque no le guste mucho hablar del pasado. Alguna vez le he oído hablar de aquellos meses en que un día sí y otro también llegaba un proveedor detrás de otro a este despacho amenazando con cortar una carretera, montar una manifestación a las puertas de la Consejería o cortar suministros sanitarios si no cobraban las facturas pendientes…
Era el día a día. Había de todo, cortar servicios, quitar las tarifas más favorables, huelgas, medidas de calle duras… Eso ha sido el día a día desde que tomé posesión y durante mucho tiempo.
¿Usted entendía a esos proveedores, aunque perdieran las formas? ¿Entendía su desesperación?
A uno, que le ha gustado siempre ser cumplidor en la vida, ponerse en el pellejo del mas incumplidor, del más moroso… Pues la verdad es que no ha sido fácil. Gracias al equipo que tengo, que es magnífico, el de la Dirección de Política Financiera, que ha tenido un mérito enorme por el chaparrón que han tenido que pasar. Pero yo creo que han hecho las cosas bien y eso lo han notado los acreedores y lo han agradecido, que si no podíamos anunciar una fecha de pago no la anunciábamos. Porque peor que pagar tarde es decir que vas a pagar en una fecha y no pagar. Fuimos demostrando que éramos capaces de hacerlo y que se podían fiar tanto los proveedores, como el Ministerio o las entidades financieras. Desde que llegamos dijimos estrictamente la verdad. Y demostramos nuestra capacidad de gestión; lo primero con un plan de pago a proveedores de 3.000 millones a los seis meses de llegar el Gobierno de la nación, eso no ha ocurrido nunca en ningún lado, ha sido algo extraordinario hecho por una administración pública y fue de lo primero que yo hablé con el secretario de Estado, Antonio Beteta, cuando fui a visitarle recién nombrado.
¿En 2014 pagarán con normalidad?
La tesorería no se arregla de un día para otro, pero hemos terminado 2013 en unas condiciones muy buenas y confío que seamos capaces de comenzar 2014 pagando en plazos de ley de morosidad. Y que demos por cerrado este capítulo de los 4.000 millones de agujero que hemos tenido que tapar y encontrar financiación. Es un vuelco absoluto, un punto de inflexión radical.
“NUNCA HE PENSADO EN TIRAR LA TOALLA, SABÍA EL RETO AL QUE VENÍA”
¿Alguna vez pensó en tirar la toalla o aquello tan socorrido del sí lo sé, no vengo?
No, tirar la toalla, nunca. Y lo de si lo sé, no vengo, muchísimo menos. Yo sabía al reto que venía, aunque no tenía conocimiento detallado de las cuentas, sabía la magnitud del reto y, tras un breve juicio de capacidad y pensando que más o menos tenía algo que aportar aquí, vine. Jamás pensé tirar la toalla ni echarme para atrás. Lo que sí es verdad es que cuando uno se encuentra 4.000 millones de euros de agujero en facturas sin pagar… Llegué a tener reuniones con pool de bancos, para ver créditos sindicados, y cuando les contabas las necesidades financieras de 4.000 millones de euros, les entraba la risa y no exagero…
“TENÍA REUNIONES CON POOL DE BANCOS Y LES ENTRABA LA RISA CUANDO DECÍA QUE NECESITABA 4.000 MILLONES”
No es una metáfora.
No, literalmente. Les entraba la risa. Y yo en aquellos momentos lo vi complicado. Los primeros seis meses era imposible, porque el anterior gobierno del Estado no apoyaba en nada y fue fundamental el apoyo del Estado.