Casi la mitad de los funcionarios públicos, un 45%, necesita consumir fármacos psicoactivos (ansiolíticos, antidepresivos o somníferos). Es el resultado que arroja el último estudio que ha realizado el sindicato CSIF sobre el estado de la salud mental de los empleados públicos, la «Encuesta sobre la salud mental en el ámbito laboral».
Quienes más consumen los fármacos son mujeres de entre 45 y 54 años, según la encuesta que ha entrevistado a un total de 2.208 personas, donde el 68% de las preguntadas son mujeres.
Una de las causas de este deterioro en la salud mental de los trabajadores públicos ha sido la irrupción de la pandemia, pues un 55% reconocen que no consumían medicación antes de la pandemia. Otras de las causas que a las que apunta el CSIF es al exceso de carga de trabajo o la ausencia de reconocimiento laboral.
«La inversión en salud mental es insuficiente»
Ante los datos, el sindicato denuncia «la escasa inversión y de recursos en materia de salud mental». Abogan por un la contratación de profesionales de la psicología en los centros de trabajo.
El CSIF reivindica la necesidad de una atención en los servicios de psiquiatría que se acerque a la normalidad. En Castilla-La Mancha o en Andalucía anuncian que hay entre 4 y 5 meses de espera para ser atendido en una consulta de psiquiatría.
Puedes consultar todos los datos de la encuesta a través de este enlace.