La población silvestre de lince ibérico de Andújar-Cardeña (Sierra Morena), la más importante en la Península de este felino en peligro crítico de extinción, ha caído un 16 % en los dos últimos años, pues sumaba 169 ejemplares a final del pasado año, 33 menos que en 2011, según datos cotejados por Efe.
El descenso del número de linces de esta población, repartida entre las provincias de Jaén y de Córdoba, ha sido especialmente acusado en el caso de los cachorros, cuyo número ha caído en unos 40 ejemplares en los dos últimos años, lo que supone un descenso de un 65 por ciento.
La población de lince de este núcleo ha retrocedido así a los niveles que tenía en 2009.
La otra población significativa de lince ibérico, la de Doñana-Aljarafe, también se ha reducido en los dos últimos años, al sumar 85 ejemplares a final de 2013 frente a los 88 con que contaba en 2011, según el avance del censo de este felino en el pasado año, presentado esta semana por la Junta de Andalucía.
Este descenso habría sido de hasta cinco linces -un seis por ciento menos- si esta población, repartida entre las provincias de Huelva y de Sevilla, no se hubiese reforzado en julio del año pasado con dos linces extraídos del programa de cría en cautividad.
La caída de las dos últimas poblaciones silvestres del lince ibérico que sobreviven en la Península, donde también existen ejemplares dispersos en Castilla-La Mancha, ha sido achacada por la Junta de Andalucía a la aparición de un nueva cepa del virus de la enfermedad hemorrágico vírica, que ha mermado el número de conejos, principal alimento de este felino.
Con todo, también el pasado año se certificó la muerte de al menos 21 linces, catorce de ellos por atropello (ocho en Sierra Morena y seis en Doñana) cifra que duplicó a los atropellos mortales del año anterior.
El descenso de estas dos poblaciones silvestres de lince ibérico desde 2011 contrasta con el aumento de los ejemplares de las reintroducciones emprendidas por la Junta de Andalucía en Guadalmellato (Córdoba), iniciada en 2009, y en Guarrizas (Jaén), que comenzó un año más tarde.
Ambas poblaciones sumaban a final del pasado año unos 65 ejemplares, unos 40 más que a final de 2012, de los cuales unos cincuenta son linces extraídos del programa de cría en cautividad, de los que una veintena fallecieron tras su liberación, la mayoría por furtivismo, atropellos y otras causas de origen humano, según datos estimativos, ya que la Junta de Andalucía no detalla estos censos desde 2012.
El censo total de la población silvestre de lince ibérico de Andalucía a final de 2013 se ha cifrado por la administración autonómica en 319 ejemplares, sumando las poblaciones silvestres de Andújar-Cardeña y de Doñana-Aljarafe, así como las reintroducciones de Guadalmellato y de Guarrizas, lo que supone un incremento del 2,5 por ciento con respecto a 2012.
Este aumento de ocho ejemplares durante el año pasado apenas ha compensado el descenso del número de felinos registrado en 2012, año en el que la población silvestre de lince ibérico disminuyó en siete felinos con respecto a 2010, lo que supuso el primer descenso desde 2007.
La población de lince ibérico que actualmente sobrevive en libertad en Andalucía ha retrocedido a los niveles de hace un lustro sin contar los más de cincuenta linces nacidos y criados en cautividad que se han liberado desde entonces.
Por otra parte, en lo que va de enero se han localizado ya tres linces silvestres muertos, dos por atropello y un tercero por causas que se investigan, con lo que el saldo actual de estos felinos sería de 316 ejemplares, cifra similar a la de final de 2011.