viernes, 20 de septiembre de 2024
Piden 20 años de prisión para los dos acusados 21/01/2014junio 9th, 2017

La Audiencia de Toledo juzga hoy y mañana a los tres individuos acusados del atraco ocurrido el 4 de mayo de 2012 en la sucursal de la Caja Rural de Santa Cruz de Retamar (Toledo) y que acabó con la vida, de un disparo, de la limpiadora de la entidad, de 60 años.
La fiscalía solicita para cada uno de los principales acusados R.G.T. (presunto autor del disparo mortal) y M.I.C. (que también iba armado con otra pistola) un total de 20 años de prisión.

De los 20 años de cárcel, el fiscal pide 15 por un delito de homicidio, otro año y medio por tenencia ilícita de armas y otros tres años y cinco meses por un delito de robo con violencia en grado de tentativa, ya que no lograron llevarse el dinero de la caja fuerte.


Para el tercer acusado -R.G.H.-, que esperaba a sus compañeros en una furgoneta para huir, pide tres años y cinco meses de prisión por un delito de robo con violencia en grado de tentativa.

La fiscalía también pide que los principales encausados indemnicen de forma solidaria con 70.000 euros a los herederos de la mujer fallecida, Mercedes Martín Cabrero, que dejó esposo y una hija.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana del 4 de mayo de 2012 en la sucursal de la Caja Rural situada en la calle Generalísimo de la citada localidad.

Mientras que R.G.H. les esperaba en la furgoneta, los otros dos accedían a la entidad ocultando su rostro y armados con pistolas, de las marcas Glock y BBM, que carecían de licencia.

Una vez dentro de la sucursal amenazaron con sus pistolas a dos empleados, a la directora y al director territorial, a quienes maniataron con bridas negras de plástico en los asientos del público mientras esperaban la apertura de la caja fuerte que tenía un mecanismo de retardo de 10 minutos.

Acto seguido, los atracadores preguntaron a una de las empleadas si tenía que llegar alguien más, a lo que ésta respondió que la señora de la limpieza, que en esos instantes apareció en la entidad y a la que se dirigieron los asaltantes para impedir que la mujer frustrara sus intenciones.

Al ver el panorama desde la puerta, la víctima comenzó a gritar, diciendo «Yo no, yo no, a mí no», dirigiéndose a ella los atracadores para obligarla a entrar, pero, al resistirse, uno de los delincuentes (R.G.T.) le agarró con el brazo derecho desde atrás y por el cuello, forcejeando, momento en que le disparó.

Tras esto, los atracadores salieron corriendo y huyeron en la furgoneta.

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