El 24 de enero, a las 22:00 horas, la sala Pícaro de Toledo acoge el concierto de Ángel Stanich. La entrada es libre.
Nació en Santander, estudió en Valladolid -donde Javier Vielba (Corizonas /Arizona Baby) ha producido su álbum- y reside en Madrid. Tiene 25 años, cabellera y barba hirsuta y un anormal talento como guionista de seductoras canciones donde los vaivenes cotidianos devienen en surrealismo perverso.
Stanich es un músico al margen. Aunque algunos le fuercen remotos parecidos a artistas nacionales (Quique González, Albert Pla, etc) o un Dylan en ácido, lo cierto es que estamos, seguramente, ante uno de los músicos más singulares que este país ha dado en años. Todo esto le ha convertido en apenas cuatro meses en ese tipo raro del que el mundillo musical habla sin tener ni siquiera un disco oficial a mano.