La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) lamenta, en un comunicado, «la falta de medidas por parte de la Consejería de Educación para mitigar la enorme burocracia que padecen los docentes y que repercute de manera notable en la atención al alumnado».
«Cada vez más trabajo burocrático»
El responsable de CSIF Educación Toledo, Enrique de la Rosa, subraya que “la situación entre los docentes es de hartazgo, cada vez hay más trabajo burocrático y menos tiempo para dedicar a los alumnos, menos tiempo para preparar las clases y también para llevar a cabo una auténtica inclusión educativa de todo el alumnado, y esto es así porque la Administración se ha dedicado a legislar a espaldas del profesorado”.
«Plan de choque»
De esta forma, CSIF plantea «un plan de choque a la Junta de Comunidades, con una campaña digital de adhesión y propuestas por parte del profesorado, para poner fin a papeleo superfluo».
De la Rosa pone como ejemplo la entrega de la Programación General Anual antes del 30 de octubre, y también antes del 30 de noviembre «se tienen que modificar y aprobar el Proyecto Educativo, el Plan de Igualdad y Convivencia, el Plan de Mejora del centro, el proyecto de gestión, las Normas de Convivencia, Organización y Funcionamiento, el Plan Digital, el Plan de Lectura… así como todas las programaciones de cada una de las materias, a lo que se suma todo lo efectuado hasta ahora». ha destacado.
«¿Qué quieren, docentes o burócratas?»
Es “una sobrecarga de trabajo brutal a nivel burocrático y sin ningún sentido, ni siquiera se flexibiliza. Seguimos teniendo el mismo número de alumnos y de horario lectivo, y ahora con más burocracia. Así no podemos continuar. Cabe preguntarse si lo que quiere la Consejería de Educación son docentes o burócratas”, concluye De la Rosa.
CSIF advierte de un curso con mucha carga para los profesores de CLM
CSIF entiende que «la burocracia cero no existe, pero hay tareas que no le competen al profesorado». «Así», añade De la Rosa, «además de reducir el número de alumnos por aula y disminuir el horario lectivo, es fundamental que todos los centros cuenten con personal de administración y servicios para hacer».
Las movilizaciones de CSIF
La Central Sindical se ha movilizado en abril, mayo, junio y septiembre «contra los recortes que padece la educación pública de Castilla-La Mancha», denuncian, y precisamente ayer cientos de delegados se concentraron frente al Ministerio de Educación «contra la burocracia, la falta de reconocimiento profesional, los escasos recursos y una financiación insuficiente».
«20,6 millones insuficientes»
Para Juan José Losana, delegado de CSIF Educación Toledo, «los 20,6 millones proyectados en los Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para la provincia “son insuficientes, no solo no sirven para acometer las ampliaciones pertinentes sino que mantienen los barracones, una solución utilizada para cubrir una necesidad puntual que se está perpetuando en el tiempo”.
De hecho, Losana pone como “ejemplo sangrante” el IESO El Quiñón de Seseña, que cuenta con una partida de 1,1 millones de euros y que “ya ha sido inaugurado en varias ocasiones, incluso se han matriculado los alumnos desde el curso 2021-2022, y ahora los alumnos se encuentran en barracones y en medio de las obras, con el riesgo que conlleva.
Los casos de las aulas prefabricadas también afectan al CRA Tierras de Viriato de Cardiel de los Montes; el CEIP César Cabañas Caballero de Recas o el CEIP Virgen de la Higuera de Hormigos, entre otros.
En septiembre, la consejera de Educación, Rosa Ana Rodríguez, destacó las ventajas del modelo de escuela rural que propone la Administración, “en el que la dotación de las aulas está equiparada a las ubicadas en zonas urbanas”, un modelo que puede “ser exportado a otras regiones del territorio comunitario”.
“Es muy fácil exportar aulas prefabricadas a Europa…»
Con ironía, Losana señala que “es muy fácil exportar aulas prefabricadas a Europa, pero además tiene razón en lo de que se pueden equiparar las escuelas urbanas a las escuelas rurales, aunque solo en este tema de los barracones, presentes en zonas más urbanas como Seseña y en pequeñas poblaciones como Hormigos y Cardiel”.
“La Consejería nos ha prometido en numerosas ocasiones que iba a acabar con los barracones, pero se están quedando como instalaciones definitivas a pesar de su falta de climatización -frío en invierno y calor en verano- y de su rápido deterioro, una vez más nos encontramos ante promesas incumplidas”, concluye Losana.