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viernes, 22 de noviembre de 2024
Manifestación para pedir mejoras en el convenio del sector del calzado, en Fuensalida.
Manifestación para pedir mejoras en el convenio del sector del calzado, en Fuensalida.
Unas 150 personas - 20 octubre 2022 - Fuensalida

Más de un millar de trabajadores y trabajadoras se han concentrado hoy en tres localidades clave de la industria española del calzado, Elche en Alicante, Arnedo en La Rioja y Fuensalida en Toledo, para exigir un convenio digno.

Esta exigencia «encierra muchos y sangrantes contenidos en el caso del calzado, un sector manufacturero puro y duro, cuyos salarios están entre los más bajos de toda la Industria española, entre los 14.000 y los 17.000 euros»; y que, por el contrario, pese a la exigencia física que requiere, «mantiene una jornada anual de 1.788 horas», la segunda más alta de los 31 convenios de ámbito estatal existentes en nuestro país.


Unas 4.500 personas trabajan en el sector del calzado en CLM

El calzado emplea a unas 25.000 personas en España, alrededor del 18% de ellas Castilla-La Mancha: unas 1.500 en Fuensalida-Portillo y otras 3.000 en Almansa y su comarca.

Otras 100 o 150 personas se han sumado entre las dos y las cuatro de la tarde, según iban saliendo del turno de mañana o antes de entrar al de tarde, a la asamblea-concentración convocada por CCOO en un céntrico parque de Fuensalida, y que durante las dos horas se ha desarrollado bajo un tiempo inclemente, con fuertes rachas de viento y agua.

Allí, la secretaria general de CCOO-Industria de Toledo, María Jesús Fernández, el responsable regional de esta federación del sindicato, Ángel León; y el secretario general de CCOO-Toledo, han ido ofreciendo sucesivas charlas según se renovaban los asistentes; informando una y otra vez de la situación de bloqueo de la negociación colectiva y alentándoles a sostener la movilización y a extenderla entre sus compañeros y compañeras hasta arrancar a las patronales que negocian el convenio estatal del calzado “un acuerdo digno, y no la miseria que están ofreciendo.”

La última reunión se celebró en junio y acabó con distancias insalvables entre las posiciones patronales y las reivindicaciones de la parte social, explicó María Jesús Fernández, que forma parte de la Mesa negociadora del convenio estatal.

«Estamos pidiendo una subida de un 4% este año»

En salarios, los sindicatos reclaman que “un trabajador o una trabajadora del nivel 3, el intermedio de los cinco que estable el convenio, llegue este año a los 16.641 euros brutos. Y que desaparezca el nivel 1, que cobran 14.881, solo 881 por encima del SMI. Las patronales se niegan, y a lo sumo están dispuestas a subirles un 2,5%.”

Estamos pidiendo un 4% este año, con el IPC por las nubes; y se niegan a pasar del 2,5%. Pedimos un 11,5% en cuatro años, y no quieren ni llegar al diez”, explica Fernández, que califica de “ridículas e indignantes” las propuestas salariales de las patronales»

Pero lo que es peor: se niegan en redondo a establecer cláusulas de garantía que operen año a año, para que los trabajadores no pierdan el escaso poder adquisitivo de sus bajos salarios. O que al menos se comprometan a comparar al final de la vigencia del convenio las subidas salariales globales con el incremento del IPC, y a saldar la diferencia. Si no al 100%, al menos al 60% o 70%. Las patronales dicen que, como mucho, les añadirán uno o dos puntos dentro de cinco años y sanseacabó”.

«Pedimos reducir la jornada anual en al menos 12 horas»

También añaden que “pedimos reducir la jornada anual al menos doce horas, una al mes; y nos ofrecen cuatro, dos ahora y otras dos dentro de dos años. Se ve que ellos hacen caja, pero no zapatos. Trabajando con las manos durante jornadas larguísimas, cosiendo zapatos todo el día, los dolores musculares y las lesiones musculo-esqueléticas en brazos o muñecas son una amenaza constante para los trabajadores y las trabajadoras del sector”.

Luego está la flexibilidad horaria que exigen las empresas; que en la mayoría de las ocasiones solo la necesitan por su mala organización y cuyos efectos trasladan a las trabajadoras. Encima, esas horas flexibles, con lo que conllevan de sacrificio de la vida personal y familiar, las pagan a pelo de rana.”

Ya está bien, señor Santos Martín-Caro; trate como se merece a su personal, y a todas las personas de este pueblo y de esta comarca por cuyo trabajo es conocida y reconocida su empresa”, reclamó Fernández, interpelando directamente al propietario de la empresa Pablosky, con dos fábricas en Fuensalida y otra en Alicante; y representante patronal en la mesa de negociación del convenio estatal.

Porque si por su parte no hay correspondencia, si no tienen voluntad de acercamiento, el paso que estáis dando hoy los trabajadores y las trabajadoras tendrá continuidad. O las patronales rectifican, o nos encaminamos a la huelga general en el sector”, advirtió por su parte Ángel León.

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