Los sindicatos reunidos con la dirección de la Fundación Caja Castilla-La Mancha han expresado su rechazo a los despidos y novaciones de contrato contempladas en el ERE y solicitado que todas las medidas recogidas en éste tengan «carácter temporal» y no definitivo.
Así lo han manifestado a Efe fuentes de ambas partes, quienes han recalcado que el objetivo de las dos reuniones celebradas hasta ahora y de las que se celebrarán en los próximos días, en el marco del período de consultas del ERE, es dialogar para llegar a un acuerdo que minimice y «palíe al máximo» los efectos negativos sobre los sueldos de los trabajadores.
El secretario de la Sección Sindical de Comfia-CCOO, Carlos Genillo, ha justificado la petición de temporalidad de las medidas recogidas en el Expediente de Regulación de Empleo de la Fundación Caja Castilla-La Mancha en que el Banco CCM, del que la Fundación es propietaria en un 25 por 100, dará beneficios en los próximos años.
Asimismo, los representantes de los trabajadores han solicitado a la empresa que, en la próxima reunión, que se celebrará el próximo martes, les presenten el plan de viabilidad de la empresa, «pues si el ERE es por causas económicas, la empresa debe diseñar un plan de ahorro para los centros que los haga viables».
Por su parte, el asesor jurídico de la Fundación, Rogelio Sánchez, ha indicado que, en la reunión de hoy, la empresa ha facilitado a los trabajadores información sobre aspectos económicos organizativos de personal, que los sindicatos deberán valorar de cara a la próxima reunión.
La empresa valorará también las propuestas realizadas hoy por los sindicatos en cuanto a la coyunturalidad que, en opinión de la parte social, deben tener las medidas recogidas en el ERE.
Y, en este sentido, Sánchez ha recalcado que «el objetivo que guía a la Fundación, desde el primer momento, es conseguir un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
La Fundación Caja Castilla-La Mancha envío el pasado 26 de diciembre a sus trabajadores una carta firmada por el presidente, Tomás García-Cuenca, en la que les anunciaba su intención de presentar un ERE y les pedía que eligiesen a sus representantes en la negociación.
Entre las medidas «más duras» de dicho ERE, los sindicatos destacan la extinción de cinco puestos de trabajo y la novación de contratos indefinidos de jornada completa a jornada parcial que afectaría a otra quincena de trabajadores.