El concejal de Hacienda, Contrataciones y Seguimiento de las Concesiones el ayuntamiento de Talavera, Luis Enrique Hidalgo, ha asegurado que se está avanzando en la implantación de la zona de bajas emisiones de la ciudad que va a suponer el cumplimiento del compromiso del Gobierno municipal con una ciudad “más moderna y sostenible«.
Todo ello en base a las exigencias de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que establece que los municipios de más de 50.000 habitantes deben establecer esas zonas de bajas emisiones para mitigar la contaminación de los vehículos en los centros urbanos.
El conjunto histórico de Talavera
El concejal ha señalado que la Junta de Gobierno Local acaba de aprobar el inicio de la licitación del contrato de suministro y obra para la implantación de una zona de bajas emisiones en la ciudad.
Además, se han aprobado las licitaciones de los nuevos itinerarios ciclistas y los itinerarios peatonales, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cofinanciado con los fondos europeos Next Generation de la Unión Europea.
En este sentido ha informado que el ámbito de esta zona de bajas emisiones está delimitado al conjunto histórico, como marca la Unión Europea, en una área de 0,625 km².
Se suma la actuación que se va a llevar a cabo en la calle Trinidad, donde ya está restringido el acceso de vehículos, con la sustitución de los bolardos de acceso por cámaras.
Una inversión de 1,3 millones de euros
Esto conlleva, según ha explicado, una serie de actuaciones en la zona histórica que se resumen en la implantación de 23 cámaras de control de acceso con reconocimiento de matrículas y 11 paneles de señalización variable en toda la ciudad para facilitar información al ciudadano en tiempo real sobre restricciones.
También habrá disponibilidad plazas aparcamiento, información del tráfico, avisos de incidencias y, además, cinco estaciones de medición de calidad del aire, junto con una plataforma digital de registro que va a gestionar la zona de bajas emisiones.
La inversión total asciende además a 1,3 millones de euros.
Tres fases
Además ha indicado que la implantación se desarrollará en tres fases, de las cuales, la primera se refiere a las obras de instalación, que se van a desarrollar a lo largo de 2023, junto a la redacción de una nueva ordenanza municipal, a la que seguirá el periodo de pruebas y la puesta en marcha.
La última fase se refiere a la plena implantación que está prevista en 2030 para poder adaptar el parque automovilístico de la ciudad que cuentan con 53.000 vehículos, de los cuales el 33% no cuenta con la etiqueta medioambiental.
Excepciones en la implantación de zona de bajas emisiones
En la misma línea, ha afirmado que “de manera paulatina” se van a ir incorporando las limitaciones de acceso a esta zona de bajas emisiones, si bien ha precisado que va a incluir excepciones “para facilitar el día a día del ciudadano y la actividad económica”.
Asís se van a poder solicitar para los vehículos contaminantes que tengan necesidad de acceder en un momento concreto, vehículos de residentes, de carga y descarga, de suministro a hoteles y hostelería o de transporte para personas con movilidad reducida y servicios de emergencia.
Esta zona de bajas emisiones, según ha reiterado Hidalgo, “tiene que tener un impacto positivo en la ciudad a nivel medioambiental”, a medida que se van reducir las emisiones de gases más contaminantes.
También se rebajarán a nivel de movilidad ya que habrá una reducción de atascos y tiempo medio para aparcar, y contribuir a la mejora de la calidad del aire y reducir las consecuencias del cambio climático en la ciudad.