Antonio Hernando, secretario de Política Autonómica y uno de los hombres fuertes de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE, fue el encargado de llamar a Patro Gómez y pedirle, para sorpresa de todos sus compañeros de partido en Castilla-La Mancha, que continuara perteneciendo al Comité Federal.
Todo un gesto de los hombres de Rubalcaba y, muy especialmente del secretario de Organización, Óscar López, con el que el castellano-manchego trabajó de cerca y mantuvo buena relación cuando éste llegaba a la arena política nacional como segundo de José Blanco.
Además, Gómez no dudó en avalar con su firma de miembro del Comité Federal la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba, hoy secretario general del PSOE.
El caso es que cuando todo el mundo le daba por olvidado, Patro Gómez ha vuelto a la actualidad como titular de una de las dos plazas destinadas a castellano-manchegos en este órgano, elegido en el 38 Congreso. La segunda plaza es para José María Barreda. El Congreso Regional deberá elegir a los otros ocho miembros que le corresponden a la federación socialista castellano-manchega en el Comité Federal.
Patro Gómez pasó entre 2007 y 2011 de la frenética actividad a la calma chicha de un escaño en el parlamento regional y de ahí al olvido en apenas cuatro años, después de haber sido durante 20 el responsable de la Organización y de las finanzas del Partido Socialista de Castilla-La Mancha a las órdenes de dos secretarios generales distintos: Juan Pedro Hernández Moltó, primero y en la época en la que Rubalcaba fue diputado por Toledo; y José María Barreda, después.
Preguntado por encastillalamancha.es por su continuidad en el Comité Federal, se limitó a comentar que «es un honor; siempre he estado y estaré al servicio del partido».
Sobre si cree que peligra o no la unidad dentro del PSOE, manifestó que «ahora tenemos que estar todos a una; los que dimos ejemplo en el Congreso del 2.000 tenemos muy presente que hay que estar en torno al secretario general que elige el Congreso y nosotros, en Castilla-La Mancha, dimos ejemplo de ello». Se refiere Gómez al Congreso que José Luis Rodríguez Zapatero ganó a José Bono, quien fue el primero en levantar el brazo de su rival y reconocer la victoria.