Un bolero compuesto por el toledano Alberto Torres es la pieza musical sobre la que versa la historia de La Entrega, de Pedro Díaz. Es la melodía que atormenta a Armando, un anciano de 80 años, porque le ha acompañado toda la vida y la está olvidado.
Y es que este corto está en la preselección para los Premios Goya, al igual que 36, de Ana Lambarri, el otro corto que no dejará a nadie indiferente, con la violencia de género como protagonista, y cuya música también la pone el compositor toledano junto con el grupo Delaporte.
Estos días se deciden los nominados a los premios de la mayor fiesta del cine español y Alberto Torres aspira a revalidar el éxito que cosechó el año pasado. El corto en el que participaba como músico, Mama, de Pablo del a Chica, se alzó con «el cabezón» al mejor cortometraje.
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«Una de esas historia que muerden tras puertas a las que nadie llama»
La Entrega cuenta la historia de Armando, un hombre con un carácter difícil que no sale de su casa por un trauma emocional que desconocemos. Con la salud mental y la soledad como protagonistas, el corto nos introduce en una atormentada historia de un hombre aislado al que le cambia la vida cuando recibe un regalo de su hijo: un ordenador portátil que le abre el mundo de la comunicación a un ser humano muy poco social.
Alberto Torres es el autor de un bolero que marca tanto la narración del corto como la vida de Armando. Una melodía que le acompañó toda la vida, pero que poco a poco está olvidando.
Su único contacto con el exterior es un joven rider que le lleva los paquetes. Un choque generacional que hace que Armando se enfrente a sus miedos, remueva sus recuerdos y resucite sus fantasmas.
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La fachada tras la que se esconde la violencia de género
36 narra una de esas historias que por desgracia son cotidianas. Este viernes 25 se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y precisamente la violencia de género es la protagonista de la cinta.
La pareja protagonista esconde tras una fachada los golpes y las humillaciones que el hombre ejerce contra la mujer. Esperan una visita, los jefes de David, pero antes un detalle sin importancia desata su ira y maltrata y golpea una vez más a Sara. Ese día se tendrán que enfrentar al acto social ocultando la terrible realidad.
La autora, Ana Lamberri, asegura que en 36 indaga en «el silencio, en la manera en que una mujer golpeada se enfrenta a un acto social, cómo sigue adelante. La forma en la que se enfrenta a su realidad hace que su entorno confunda lo que ocurre, la fachada que oculta la realidad».