El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que este lunes se produjeron conversaciones «muy intensas» para sortear «los últimos baches y zancadillas al sentido común» en torno a la aprobación del plan hidrológico del Tajo que se abordará este martes en el Consejo Nacional del Agua». «Creo que hoy va a ser un día verdaderamente histórico para Castilla-La Mancha«, ha asegurado.
Page ha manifestado, en unas declaraciones realizadas este martes desde Londres, que este es «probablemente el día en el que empecemos a salvar el Tajo de verdad, a ser coherentes con nuestros propios discursos, a cumplir las sentencias que hemos conseguido en los tribunales, ni más ni menos que en el Supremo, y en el que empecemos a reequilibrar la balanza del Tajo y el trasvase».
«Yo creo que hoy es un día para que lo celebremos, probablemente en toda la democracia sea un hito histórico», ha aseverado.
Castilla-La Mancha, a la expectativa
Por su parte, el consejero de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, José Luis Escudero, ha insistido en que Castilla-La Mancha pretende que el Consejo Nacional del Agua apruebe este martes para el río Tajo «lo que hasta un tribunal de justicia ha sentenciado», es decir, unos caudales ecológicos que permitan un río «vivo».
Así se ha pronunciado Escudero, a preguntas de los medios este martes, en relación con el plan hidrológico del Tajo para el periodo 2022-2027 que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico presenta este martes al Consejo Nacional del Agua.
Escudero se ha mostrado «expectante» por el resultado de la reunión y ha advertido de que Castilla-La Mancha únicamente votará a favor de este plan si se respetan esos caudales ecológicos.
El consejero ha manifestado que desde la Comunidad Autónoma pretenden que el Tajo deje de «desembocar donde la naturaleza no lo señaló». «No desemboca en el Mediterráneo, en el Levante, sino que lo hace en el Atlántico y queremos un río Tajo vivo en su nacimiento y que tenga una lámina estable en los municipios ribereños y a su paso medio por Toledo y Talavera», ha apostillado.
Por ello, ha proseguido, «si queremos tener un río Tajo vivo, limpio, que nos haga sentirnos más decentes, lo que toca es aprobar esos caudales ecológicos mínimos para que tenga garantizada una mínima salud y se garantice la propia biodiversidad del río».
Escudero ha asegurado que la posición del Gobierno regional es «nítida» y «siempre» la ha expresado, deseando que «ojalá» se fijen caudales ecológicos en el río, lo que sería «un hito histórico para la región», esperando también que si este hecho se produce «concite el apoyo de todos los partidos políticos».
Eliminar la propuesta que va en contra de las sentencias del Supremo
En el mismo sentido se ha pronunciado el director gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, José Manuel Martín Aparicio, a la entrada a la reunión del Consejo Nacional del Agua, señalando que «el voto será en contra si no se cumple con las sentencias que exigen que haya agua en calidad y cantidad en Aranjuez, Toledo y Talavera», según ha informado la Junta en nota de prensa.
Martín Aparicio ha reconocido estar «expectante» y ante «unos cambios que a nosotros no nos han consultado y que no podemos permitir», explicando que, en mayo, «ya votamos a favor en una progresividad en esos caudales» que, en el año 2027, debían ser de 8,65 metros por segundo en Aranjuez, 17,25 metros cúbicos por segundo en Toledo y 18 metros cúbicos por segundo en Talavera de la Reina.
El director gerente de la Agencia del Agua ha lamentado que el actual borrador es «un documento de 125 páginas, que no nos ha dado tiempo a estudiar con suficiente profundidad», en el que se condiciona la entrada en vigor de los caudales ecológicos a unos condicionantes determinados por el Ministerio de Transición Ecológica.
Castilla-La Mancha va a exigir que se elimine esa disposición adicional porque «esta nueva propuesta va en contra totalmente de las sentencias del Tribunal Supremo» que dan la razón no solo a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sino también otros cuatro de colectivos sociales de la cuenca del Tajo.
Con respecto a los condicionantes que el Gobierno regional no admitiría, Martín Aparicio ha señalado que «no están definidos», lo cual supone «otro problema». «Si tuviéramos unos condicionantes concretos podríamos evaluar si lo van a cumplir o no, pero es que no los tenemos, no existen en el documento», por tanto, dependerían del «Ministerio que toque o esté en 2026», ha señalado.
Sobre el tiempo disponible para ver los últimos borradores, Martín Aparicio ha explicado que «el trabajo del Plan Hidrológico data de hace tres años», tiempo en el que se ha trabajado con documentos y estudios técnicos de la Confederación. Los nuevos documentos llegaron el día 18 de noviembre, dejando un plazo de once días «para estudiar un documento que cambia por completo lo que ya se había aprobado en el Consejo del Agua de la Demarcación del Tajo».