Un equipo de investigación del Hospital de Parapléjicos aporta más luz sobre una nueva herramienta que puede ayudar en la elección del tratamiento para la esclerosis múltiple. El Laboratorio de Neuroinmuno-Reparación del centro, quién ha llevado a cabo la investigación, acaba de publicar los resultados en la prestigiosa revista «Journal of Neuroinflammation».
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica e inflamatoria que es «difícil de predecir en cada paciente», explica el director del laboratorio, Diego Clemente. Por eso, los científicos están buscando «herramientas de la medicina personalizada» para ayudar al profesional de la neurología a tomar las decisiones terapéuticas «acertadas y adaptadas a cada paciente».
La importancia de las células mieloides
En concreto, lo que han realizado ha sido probar, primero en ratones y luego en pacientes, si las células mieloides supresoras pueden ser un indicador de respuesta terapéutica al fármaco fingolimod, que se usa para tratar la esclerosis múltiple.
Después de probar la eficacia en los ratones, con un resultado muy positivo, la investigación analizó los mismos marcadores en 31 pacientes de diversos hospitales de España. «Una vez comenzado el tratamiento, determinamos la eficacia terapéutica de fingolimod al año de haber comenzado a recibir el fármaco», ha relatado el doctor Clemente.
Los resultados evidenciaron que los pacientes que iban a ser tratados con fingolimod y que mostraron una buena respuesta terapéutica (no presentaron al menos dos de las siguientes características: nuevos brotes, nuevas lesiones, no avance de su discapacidad), tenían un mayor nivel de MDSCs en la sangre que aquellos que al año de seguimiento presentaban una mala respuesta al fármaco.
Por tanto, Clemente afirma que la investigación «puede dar respuesta a preguntas clínicas procedentes de la vivencia de los propios pacientes de EM y de los profesionales que la tratan».