El aparejador acusado de ser el responsable de la muerte de un albañil en las obras de remodelación de una ermita de El Bonillo (Albacete) ha admitido su culpa y ha sido condenado a nueve meses de prisión, una multa de 900 euros y el pago de 106.500 euros de indemnización a los padres del fallecido, que tenía 26 años.
El accidente ocurrió el 7 de octubre de 2009 cuando el joven cayó de una altura de seis metros por un tragaluz de la cubierta del templo, en la pedanía bonillense de Sotuélamos, y el juicio que se iba a celebrar esta mañana en el juzgado de lo Penal 3 se ha solventado con un acuerdo previo entre la Fiscalía y el abogado defensor.
El acusado, José Luis S.C., ha admitido los hechos y se ha declarado culpable de un delito de homicidio por imprudencia y otro delito contra los derechos de los trabajadores, si bien la pena de prisión impuesta ha quedado suspendida por espacio de cuatro años.
La abogada de la familia del fallecido, María Isabel Fernández, ha explicado tras el juicio que han optado por la conformidad «porque el retraso en el proceso ha beneficiado al acusado, y se le iba a aplicar de cualquier modo la atenuante de dilaciones indebidas».
La abogada ha subrayado que la familia del fallecido «no está contenta, porque buscaban justicia y la ley no lo permite en estos casos, pese a ser un delito tan flagrante».
La representante de la familia ha recordado que los trabajadores, adscritos al Ayuntamiento de El Bonillo, «estaban en una cubierta sin ningún tipo de medida, ni arnés ni barandilla ni red ni nada», y ha añadido que el acusado «pudo parar la obra al ver que no tenía seguridad, porque estuvo en la obra el día de antes del accidente, pero no hizo nada».