Un año más Alcampo abre sus puertas a Cáritas Diocesana de Toledo para acoger la Campaña de Navidad 2022, que se iniciará el viernes 16 de diciembre y se celebrará hasta el domingo 18 de diciembre. Esta Campaña se celebrará en un momento de especial dificultad económica para cientos de familias acompañadas por Cáritas, debido a la incertidumbre económica, a los elevados precios y a la crisis de Ucrania, informó Cáritas.
La secretaria general de Cáritas Diocesana de Toledo, Mónica Moreno, ha agradecido a Alcampo, y a su Dirección, «todas las facilidades que año tras año nos dan para poder presentar Cáritas y dar voz a los más necesitados, solicitando la colaboración ciudadana en la recogida de alimentos y productos de higiene personal y del hogar”.
Alimentos y pago de suministros
Para la secretaria general de Cáritas “esta Campaña de 2022 es importante pues nos permitirá ayudar a muchas familias de la Archidiócesis de Toledo en los próximos meses, ayudándoles no solo con la entrega de alimentos sino en el pago de suministros, y esto será posible gracias al compromiso de los ciudadanos y empresas como Alcampo que hacen posible llevarlo a cabo”.
«Personas que vuelven a Cáritas porque no pueden pagar suministros»»
La Campaña de Navidad 2022 de Cáritas Diocesana de Toledo «está marcada por la elevada inflación que está provocando que las familias con menos recursos no tengan fondos para poder hacer frente a todos los gastos, viéndose abocadas a acudir a Cáritas». En este sentido «se ha notado en las acogidas que personas que habían dejado de venir a la entidad porque habían conseguido un empleo, están volviendo, no porque hayan perdido el trabajo, sino porque no pueden pagar suministros, como medicamentos o la vivienda o la alimentación, así, la falta de acceso a la vivienda, por la carencia de inmuebles y los elevados precios del alquiler, hacen que muchas de las familias tengan que vivir en condiciones infrahumanas», asegura Cáritas en un comunicado.
Más de 21.000 personas fueron atendidas por Cáritas de Toledo en 2021
En este sentido Mónica Moreno ha recordado el reciente informe Foessa, ‘El coste de vida y las estrategias familiares para abordarlo’, que refleja que «dos de cada diez hogares vulnerables se han visto obligados a acudir a la parroquia, a los servicios sociales o a una ONG para poder cubrir sus necesidades básicas de alimentación. La mayoría de estas personas sufren exclusión severa».
«Esta compleja situación económica también se está notando en los centros diocesanos, como Hogar 2000, albergues o alojamientos de urgencia, abiertos 24 h los 365 días del año, y los economatos, cuyos gastos de mantenimiento –luz y suministros- también se han disparado», añaden.
Cifras graves
En relación al número de personas que se han atendido en las acogidas de las Cáritas Parroquiales hasta septiembre, se había alcanzado el 75% del total de personas de 2021 (21.700). «En los últimos dos meses se ha observado un incremento considerable del número de personas que llegan a las acogidas», subrayan.
Por su parte desde el Centro de Distribución “Virgen del Sagrario” de Toledo hasta el 30 de noviembre, gracias a la colaboración de empresas «con corazón», se han repartido productos de primera necesidad e higiene personal y del hogar por valor de más de 500.000 euros, entre los que se encuentran 447.000 unidades de yogures, 9.420 litros de leche, 2.000 litros de aceite y 4.622 kilos de pasta, entre otros productos.
«Más problemas de salud mental»
Las 137 Cáritas parroquiales, junto con los Servicios Diocesanos, son testigos directos de las heridas que van dejando en buena parte de la población estos tiempos difíciles y complejos. Las guerras, las olas migratorias entre países y las secuelas de la pandemia conviven con otras sombras no menos violentas y cercanas, como el empleo precario, la exclusión social que sufren uno de cada tres jóvenes, la escasez de vivienda accesible para quienes tienen menos recursos o los problemas de salud mental y la soledad que se va enquistando en calles y hogares. En este año 2022 se han acrecentado los problemas de salud mental en las personas de todos los programas en los que trabaja Cáritas Diocesana de Toledo», alertan.
«Cáritas Diocesana de Toledo está dando respuesta a la urgencia social, acompañando a una elevada población migrante que llegan a la provincia sin ningún tipo de protección». En este sentido los alojamientos de urgencia han pasado de acoger a 84 personas en 2021 a 107 (hasta septiembre de 2022); en el programa de acompañamiento a mujeres en contexto de prostitución “Santa Marta” hasta septiembre 2022 se han beneficiado 15 mujeres frente a 13 de 2021; y en el programa vivienda en 2021 se atendieron a 166 personas y hasta septiembre un total de 127 personas.
«Feminización de la pobreza»
En Hogar 2000, «que hasta septiembre de 2022 había acompañado a 31 personas, una de las cuestiones que más se están observando en 2022 es la llegada de protocolos de derivación de mujeres. Un perfil minoritario en los últimos años, y que en este 2022 se ha visto incrementado. El cambio de rol de cuidadora, la desprotección de los puestos de empleo y las enfermedades generadoras de exclusión social son algunas de las causas que abocan a este aumento de solicitudes», informan.
Esta misma situación se ha producido en el Programa de Personas sin Hogar, que entre Toledo y Talavera (con datos hasta septiembre) se ha incrementado un 15%. En el caso de Toledo ha aumentado considerablemente el número de comidas que se ofrecen, duplicándose en los últimos dos años, debido a la llegada de personas migrantes sin protección internacional y con menores (que no pueden acceder a los albergues).
Campaña en Toledo
Todo lo recogido en estos tres días se clasificará en el Centro de Distribución “Virgen del Sagrario” de Cáritas, y se destinará a las familias acompañadas por la entidad en toda la Archidiócesis de Toledo y a los distintos centros de Cáritas (Albergues, Hogar 2000).
Por este motivo, desde Cáritas Diocesana de Toledo «se anima a los ciudadanos a colaborar en esta campaña de recogida de alimentos y se hace una llamada a la colaboración económica y a poner en práctica la generosidad con las personas en situación más precaria».
Para la gran recogida en los centros comerciales se contará con un centenar de voluntarios -entre ellos trabajadores y voluntarios de Cáritas, Cáritas Universitaria, profesores de colegios, cofradías, Acción Católica Toledo, y parroquias de Toledo- que han querido dedicar un tiempo del fin de semana a colaborar con esta iniciativa.
Los alimentos y productos más necesarios son: aceite, legumbres, cacao en polvo, galletas, pasta, conservas, arroz, leche, azúcar y pañales.