«Es una ventana al mundo». Así define Justo Mora, vicepresidente de la Unión Democrática de Pensionistas de Cuenca, el proyecto que les ha llevado a ser un apoyo necesario y humano para todas aquellas personas que necesitan hablar: el Teléfono de la Soledad del Mayor de Cuenca.
El Teléfono de la Soledad del Mayor de Cuenca es una iniciativa pionera en España que busca rellenar un vacío, el de la soledad. «Todos necesitamos hablar», reconoce el vicepresidente de la asociación conquense a encastillalamancha.es. Y, quizás, lo necesitan más aún todas esas personas que viven solas y que lo que buscan es tener contacto humano. El funcionamiento del Teléfono de la Soledad del Mayor es complejamente sencillo. «Tenemos una línea propia. Hay un número, el 969 30 15 43, al que el usuario puede llamar. Si en ese momento no hubiera nadie al otro lado, registramos la llamada para devolverla más tarde», explica Mora.
El proyecto acaba de recibir un reconocimiento especial de los galardones a la Iniciativa Social que entrega el Gobierno de Castilla-La Mancha. «Estamos muy contentos porque estamos ayudando a bastante gente y lo que necesitamos son recursos», explica Justo Mora, que se siente agradecido por un reconocimiento que les permite «llegar a más sitios» porque el Teléfono de la Soledad del Mayor quiere expandirse más allá de la ciudad de Cuenca para que comience a funcionar también en la provincia.
«Tenemos una deuda con las generaciones anteriores»
Desde la sede de la UDP atienden a unos 14 usuarios con los que se conectan a través de videollamada donde pueden reunirse unas 150 personas a la vez. «Ahora mismo somos más de 60 voluntarios trabajando en el proyecto». Nada más presentar la iniciativa, el Ayuntamiento de Cuenca se adhirió y comenzó a funcionar la línea telefónica.
La pandemia ha hecho que cambiemos nuestras rutinas. Más aún para aquellas personas en las que el miedo a contraer la enfermedad está muy presente y que quieren protegerse a toda costa. Un dato, según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada de la Fundación ONCE, entre abril y julio de 2020 sufrieron la soledad no deseada un 18,8% de las personas en España. «Se ha roto el núcleo familiar y la unión. Antes los abuelos eran el centro de las familias y hoy eso no ocurre. Se han desestructurado las familias y generalmente los mayores están desvinculados de sus lugares de origen», apunta Mora como otra de las causas de esta soledad no deseada.
Además, otras de las «brechas» que distancian a las generaciones son las propias tecnologías – el mundo líquido del que habla el sociólogo Zygmunt Bauman – y la gran despoblación que sufre la provincia de Cuenca. «Se produce unas brechas tan grandes que al final terminan en la soledad», acuña Mora. «Tenemos una deuda con la sociedad anterior que no estamos cubriendo».
«Si la sociedad no mira atrás, y no sabe cuáles son sus raíces, se está perdiendo parte de lo que somos y eso nos pasará factura», reconoce el vicepresidente de la UDP Cuenca. El dicho popular marca que saber escuchar es el remedio de la soledad, algo que siguen al pie de la letra los voluntarios del Teléfono contra la Soledad del Mayor de la UDP de Cuenca y que esperan a que se extiende a toda la sociedad. «Es una necesidad».
Además de a la Unión Democrática de Pensionistas de Cuenca, con su iniciativa del Teléfono de la Soledad del Mayor, también ha sido premiado el proyecto ‘Estamos a Tiempo‘, impulsado por José Ramón Marcos Martínez y que busca acercar la danza a las personas con diversidad funcional, así como el parque de ocio Puy du Fou y las asociaciones «Más que una ilusión», «Inclubsión» y «Vivir».
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