La portavoz de Empleo del PSOE en las Cortes regionales, Milagros Tolón, ha afirmado que la reforma laboral que acaba de cumplir dos años desde su puesta en marcha ha dejado en Castilla-La Mancha «más paro, EREs y menos afiliados a la Seguridad Social» que en el resto de España.
Milagros Tolón ha asegurado en un comunicado, en balance de la reforma laboral tras dos años en vigor, que los datos regionales son peores que los nacionales en destrucción de empleo, menos afiliación a la Seguridad Social, más trabajadores asalariados afectados por Expedientes de Regulación de empleo (EREs) y menos empresas.
Un hecho que, a su juicio, se confirma con la caída próxima al 5 % del Producto Interior Bruto (PIB) regional.
«Se han cumplido todas las previsiones de quienes decíamos que esta reforma de no iba servir para crear empleo, sino que tenía como únicos objetivos abaratar el despido, rebajar los salarios y dejar a los trabajadores en la situación de mayor desventaja de fuerzas respecto de los empresarios de la historia de la democracia», ha lamentado.
Un hecho que se refleja, ha reseñado, con el crecimiento del paro en un 5 % que «es el mismo porcentaje en el que ha caído el PIB de nuestra región en 2012 y 2013», 2.000 empresas menos inscritas en la Seguridad Social y, «peor aún» ha añadido, el desplome en un 8 % del número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, es decir, 50.000 afiliados menos.
Tolón ha añadido la pérdida de población activa y ocupada, o que «trabaja menos gente y hay menos personas en edad de trabajar», que ha achacado al aumento del paro y a la emigración, y se ha referido aquí a los datos ofrecidos por CCOO, que ha cifrado en 18.000 personas las que se han ido de la región en busca de un empleo.
La diputada socialista no ha olvidado que, encima, la situación de los parados de larga duración ha empeorado desde que gobierna el PP y, ha precisado, las familias con todos sus miembros en paro han pasado de 77.500 a 89.100, y cerca de 125.000 desempleados ya no perciben ningún tipo de prestación o subsidio.
La consecuencia más evidente de esta dramática situación, ha concluido, es que «el índice de pobreza en la región ha crecido exponencialmente hasta afectar ya a más del 33 % de las familias castellanomanchegas, es decir, que una de cada tres familias en nuestra región están en riesgo de exclusión social».