Belvís de la Jara (Toledo) ha aprobado hoy en pleno extraordinario decretar dos días de luto oficial por el cazador Antonio Fernández, desaparecido en septiembre y cuyo cadáver ha sido hallado en un coto de caza, y colgará banderas a media asta y crespón negro cuando el cuerpo se entregue a la familia.
El alcalde de Belvís de la Jara, José Luis Fernández, ha asegurado que, de esta manera, pretenden mostrar a sus familiares el apoyo de la Corporación municipal y de todo el municipio, donde cree que será enterrado Antonio Fernández.
El alcalde ha indicado que hasta que no entreguen el cuerpo a la familia no se sabrá dónde se le dará sepultura, pero supone que será en este municipio porque de allí era natural el cazador.
Fernández ha explicado, también, que los vecinos de la localidad «están mal» después de lo sucedido, ya que «aunque esperaban este final, siempre ha habido un halo de esperanza que ya se ha perdido».
Por su parte, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, ha afirmado a los periodistas, durante una visita a las obras de la variante suroeste de Talavera de la Reina, que solo puede confirmar los hechos que ya se conocen, pero no avanzar ningún dato más sobre el caso porque está bajo secreto de sumario.
«Estamos esperando los resultados del Instituto Anatómico Forense y será la autoridad judicial la que, en el momento que crea conveniente para el desarrollo de la investigación, les haga partícipes de nuevas noticias», ha sentenciado Labrador.
La Guardia Civil encontró el cadáver de Antonio Fernández, desaparecido desde el pasado 30 de septiembre, el viernes sobre las 23:00 horas en la finca ‘Los Baños’ de Aldeanueva de Barbarroya (Toledo), el mismo lugar en el que se le vio por última vez después de una jornada de caza y en compañía de dos hombres.
El cuerpo se encontraba enterrado a un metro de profundidad, envuelto en un saco de dormir, con una bolsa de plástico cubriéndole el rostro y presentaba al menos un disparo, según confirmó el abogado de la familia de la víctima, Jesús Lázaro.
Los dos hombres acusados de su muerte, los mismos que le acompañaban el día de su desaparición, han ingresado de forma provisional en prisión comunicada y sin fianza, acusados de los delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas, hurto y falsedad.
La tercera persona detenida, una mujer de nacionalidad rumana y compañera sentimental de uno de ellos, ha quedado en libertad con cargos acusada de un delito de homicidio.
Las imputaciones se concretarán a lo largo de la investigación judicial.