Los dos imputados por el asesinato de Antonio Fernández Muñoz, el cazador de Belvís de la Jara (Toledo) desaparecido el 30 de septiembre y cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado viernes, se culpan mutuamente del crimen.
El abogado de la familia de la víctima, Jesús Lázaro, ha explicado que los dos hombres acusados de su muerte, los mismos que le acompañaban el día de su desaparición, se culpan entre sí de la autoría material del disparo que presentaba el cuerpo del cazador.
Además, se ha mostrado convencido de que el disparo «no fue fortuito», como ha llegado a afirmar uno de los acusados.
Según Lázaro, el robo podría ser el motivo del crimen, «pero no está confirmado, ya que continúa la instrucción».
«Hay pruebas por practicar y cosas por determinar, y el móvil del crimen es una de ellas», ha asegurado el abogado de la familia, quien ha añadido que los imputados «no cuentan toda la verdad, solo parte de ella» y que durante el interrogatorio no aclararon por qué mataron a Antonio Fernández.
También Lázaro ha señalado que se le está practicando la autopsia al cadáver y que la familia espera recibir el miércoles sus restos mortales.