Los vecinos de estos dos municipios del Alto Tajo en Guadalajara: Olmeda de Cobeta y Buenafuente del Sistal, llevan cinco días incomunicados.
Desde el Ayuntamiento piden a la Junta y a la compañía telefónica «sensibilidad» ya que en estos municipios «hay muchos vecinos mayores que dependen de servicios de teleasistencia».
Sin móvil, ni fijo e internet
El alcalde de Olmeda de Cobeta, Juan Antonio Calvo, se ha mostrado muy enfadado por los reiterados cortes que sufren en la zona, fundamentalmente en Buenafuente del Sistal. Según ha recogido la agencia de noticias Europa Press, el alcalde lamenta que «ni las monjas, ni los curas ni los pocos vecinos que quedan pueden usar el teléfono porque no funciona, lo que les obliga a desplazarse varios kilómetros para poder comunicarse».
Calvo ha denunciado que no se trata de algo puntual, sino que es una situación que «lamentablemente» vienen padeciendo en reiteradas ocasiones por «cortes constantes» que les dejan sin cobertura móvil en la zona, pese a disponer «de dos torretas vía radio, una en Olmeda de Cobeta y otra en Buenafuente de Sistal, alimentadas por Movistar».
La situación se repite con frecuencia
«Llevamos incomunicados cinco días y todos los vecinos piden una solución urgente», ha reiterado Calvo, tras asegurar que «vienen denunciando la carencia» hace tiempo sin que desde Movistar vean ninguna actuación pese a «las numerosas llamadas realizadas».
El pasado mes de octubre la falta de cobertura dejaba también incomunicados a muchos pueblos de la zona, entre ellos el suyo. «En Buenafuente de Sistal actualmente todos los vecinos están aislados y preocupados por esta situación», problema que se añade al de la despoblación que sufre, «que sin duda irá a peor si no tenemos cobertura telefónica», ha abundado el regidor de este pequeño municipio, donde los habitantes que residen en él en invierno no llegan a los 80 y la mayoría son mayores.
«Olmeda de Cobeta y Buenafuente del Sistal están prácticamente vacíos por la despoblación y las pocas personas que hay son mayores que dependen de la teleasistencia. Tememos que pueda surgir cualquier emergencia y que no se pueda atender», ha alertado Calvo, a quien ya se han dirigido varias familias de estos mayores preocupadas porque sus padres viven solos y les llaman, y «se ponen nerviosos porque no pueden contactar con ellos».