Placas de vidrio, daguerrotipos, fototipias… Los fondos del Museo del Ejército de Toledo guardan auténticas joyas de la historia de la fotografía, un total de 6.000 imágenes a través de las que se puede hacer un repaso a la evolución técnica de este arte pero también a la historia de España, de sus batallas, de sus tropas, de sus reyes, de sus gentes y sus costumbres, sin olvidar aquellas tomadas fuera de nuestras fronteras, como la colección de 1.300 instantáneas de la Primera Guerra Mundial obra de la agencia alemana Bild-und-Film Amt (BUFA).
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Beatriz Jiménez, jefa del Departamento de Bellas Artes y del área de Conservación Preventiva y Restauración, contaba a encastillalamancha.es que esta colección surgió como la mayoría de las colecciones fotográficas, esto es, no como una recopilación de obras de arte, sino como un acopio de material de documentación y un complemento a las actividades del museo, de ahí que de las más antiguas se desconozca su origen y autores.
Década tras década los fondos del Museo del Ejército fueron enriqueciéndose de ese valor artístico que les faltaba y a través de las donaciones que instituciones y particulares realizaban y siguen realizando. También se ha acudido a subastas.
Todo ello ha dado lugar a que hoy en día esta institución dependiente del Ministerio de Defensa reúna en Toledo un gran testimonio visual del período comprendido entre 1852 -fecha en la que está datada la primera imagen- y la segunda mitad del siglo XX. Esa primera fotografía se corresponde con un daguerrotipo, el que está considerado el primer proceso fotográfico de aplicación práctica, que fue presentado en 1839. En él -y en un gran estado de conservación- aparece retratado el general de las guerras carlistas Ramón Cabrera.
No menos significativas son las imágenes que tomaron las tropas españolas en las antiguas colonias de Cuba o Filipinas, en las que bajo el título de «etnográficas» se captaron a nativos que suscitaban gran interés por su fisonomía y que posaban al estilo occidental. Una foto de siete metros de la fábrica de armas Krupp en Alemania, las vistas aéreas de las ciudades, los retratos de destacadas personalidades (como el del general Prim disfrazado, tal y como hacían muchos nobles o aristócratas; el del político y militar Ramón María Narváez; el político Alonso Martínez; Jaime de Borbón; Alfonso XII; o Alfonso XIII) y cruentas imágenes de batallas son solo algunas de las curiosidades de esta colección.
Grandes nombres de la fotografía se pueden encontrar aquí. Jean Laurent es solo un ejemplo y uno de los más importantes fotógrafos que trabajaron en la España del siglo XIX. También del siglo XIX destaca William Edward Kilburn, fotógrafo oficial de la familia real inglesa durante la época de la reina Victoria, siendo además pionero en la utilización del daguerrotipo; el francés Gustave de Beaucorps, un conde que se dedicó a viajar por España y a captarla desde su cámara; el español Pedro Martínez de Hebert, retratista de la casa real; el francés Jules Virenque, un pintor que comenzó a usar la cámara de fotos y que se trasladó a vivir a Mallorca, casándose con una mallorquina que, a su muerte, tomó el relevo del estudio fotográfico para ser una de las primeras fotógrafas; el francés André Adolphe Eugène Disdéri, quien gracias a patentar una cámara con varios objetivos puso de moda las «carte de visite» (cartas de visita) con la foto de la persona por una cara y los datos peronales por otra; y el español Fernando Debás, retratista de la familia real.
En el siglo XX Antonio Cánovas del Castillo, conocido como «Kaulak» y sobrino del político homónimo, siguió la tradición de los retratos pero con un toque más innovador; mientras que José Demaría Vázquez, conocido como «Campúa», fue uno de los primeros reporteros gráficos que trajo imágenes de las guerras africanas y que captó la Guerra Civil.
Beatriz Jiménez explicaba que la mayoría de estos fotógrafos fueron primero pintores y que muchos copiaron las poses de los retratos heredadas de los lienzos.
LAS FOTOGRAFÍAS DE TOLEDO QUE HIZO LAURENT POR ENCARGO DE ISABEL II
Toledo siempre ha sido una ciudad muy fotografiada. De ello da cuenta esta colección a través de instantáneas como las que sacó Jean Laurent durante su viaje por toda España y a raiz del encargo que le hizo Isabel II. Se guarda igualmente un álbum de 1904 con imágenes de enclaves de la ciudad (Alcázar, Catedral, puente de Alcántara, San Juan de los Reyes…) realizado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército; postales de 1930; un álbum de la sillería de la Catedral; imágenes aéreas; fotos del antiguo Museo de Infantería del Alcázar…
Todas las fotografías de la colección -a menudo requerida por otras instituciones culturales para mostrar sus fondos en exposiciones- permanecen en una sala con unas determinadas condiciones de conservación que ayudan a que el tiempo no pase por ellas. Resultan fundamentales los trabajos de digitalización que se han llevado a cabo y con los que se quiere continuar.