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21/02/2014junio 9th, 2017

El atleta toledano Fernando Rey está lleno de proyectos tras el exitoso trasplante de córnea a que fue sometido el pasado 13 de septiembre y que le ha devuelto una nueva vida deportiva, ya que la bacteria que le entró en el ojo izquierdo le hizo perder el 80 por 100 de la vista en el mismo.
Uno de sus proyectos más «bonitos», como él lo describe, es ayudar a un fotógrafo que trabaja en una revista en la que Rey está colaborando, que sufre un severo sobrepeso, a correr la próxima San Silvestre Vallecana sin ser descalificado.

Proyectos, proyectos. Fernando Rey es un torrente de ellos. Con motivo de su colaboración con la revista «Runners World» afronta uno de los proyectos propuestos por la publicación, llamado «Reto Sano«, consistente en ayudar al fotógrafo de la revista, Ángel Yuste, que sufre un severo sobrepeso, a superar la próxima San Silvestre Vallecana sin ser descalificado, o sea, dentro de concurso.


«Es un proyecto muy bonito», dice Fernando Rey, quien detalla de Ángel Yuste que «parte de cero, nunca ha hecho deporte». Su sobrepeso es severo, ya que mide poco más unos 1,73 centímetros y pesa 120 kilos. «Pero ha perdido ocho kilos en tres semanas», constata. «Hay que tener cuidado, ya que el impacto en el suelo es fuerte», añade. Rey especifica que él se encarga del entrenamiento y una chica de la nutrición.

Respecto a la dolencia que le llevó al trasplante de córnea, Rey cuenta que él estaba en Londres y no sabe cómo le entró la bacteria en el ojo. Usaba lentillas, pero también le pudo llegar por el aire acondicionado, el caso es que pronto se le extendió por todo el centro del globo ocular y, aunque veía en la periferia, le era muy molesto y pronto se dio cuenta de que veía el suelo fatalmente al correr, y en cualquier caso no podía hacerlo con normalidad.

Revela que «lo peor ha sido el tiempo de espera, dos años». Le ha quedado en el ojo izquierdo 4,5 de astigmatismo miópico, pero con gafas esta carencia se le corrige. En todo caso a Fernando Rey se le ve como renacido máxime teniendo en cuenta que el trasplante ha sido un éxito. A pocos meses de la operación ya ve un 60 por 100 sin gafas y un 100 por 100 con graduación en dicho ojo izquierdo.

«Hay veces que el cerebro no procesa», revela, por lo que las imágenes se le agolpan, pero sabe que la recuperación total es cuestión de tiempo.

DOS AÑOS PARA REFLEXIONAR

Fernando Rey añade que los dos años de tensa espera le han hecho pensar. «Antes mi prioridad era mi carrera deportiva, llegar lo más lejos posible, pero me he dado cuenta de que más incluso que correr me gusta entrenar, al frente de «Training Rey». «Tengo 33 años, quizá la mejor edad para el fondo. No descarto hacer carreras de nivel con objetivos diferentes, haciendo cosas nuevas», prosigue.

En todo caso Rey el menor de los Rey, de 33 años, tiene claro que no va a volver a la alta competición, pero ya piensa en carreras de las máximas distancias, acordes con su edad. «Quiero explorar hasta dónde llega mi cuerpo», dice.

Así que anuncia que en unos meses va a comenzar a preparar carreras de utrafondo, como los 100 kilómetros. Antes encarará pruebas de más de 10 kilómetros (acaba de ganar en su reaparición la carrera popular Ciudad de Parla) y volverá a hacer de liebre de su cuñada Vanessa Veiga en abril.

Y no se queda ahí, ya que para el mes de julio está «tramando» su participación en el Medio Ironman por equipos de Valladolid junto a Carmen Pino (natación) y Javier Corroto (bicicleta).

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