El 20 de junio, el Alcázar de Toledo «se despertó» con una varias columnas de humo que escapaban por las ventanas. En pocos minutos, la planta séptima de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad sufría un incendio. Encastillalamancha.es se desplazó hasta la cuesta de los Capuchinos para documentar lo que estaba ocurriendo. El incendio no dejó ningún herido ni tampoco daños materiales relevantes.
El origen de las llamas se localizó en «dos cuadros de luz en un pasillo», como confirmó Juanjo Pérez del Pino, concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana. Junto a Del Pino, el cabo de los Bomberos del Ayuntamiento de Toledo, Fernando de Felipe, relató cómo el humo se expandió por toda la séptima planta a «través de la sala de climatización».
Las impresionantes fotos del incendio en el Alcázar de Toledo, ¡vaya susto!
Ocho camiones de bomberos evacuaron a todas las personas
Los Bomberos de Toledo no tardaron en llegar, su intervención fue clave para salvar a la séptima planta de la quema. 22 efectivos del cuerpo municipal de bomberos con ocho camiones consiguieron frenar el avance de las llamas y evacuar a todo el mundo. «Ese incendio, con las características que se daban, salió bastante bien», contó uno de los protagonistas de la hazaña, Jesús Álvarez Díaz-Guerra, suboficial de Bomberos, a encastillalamancha.es .
La confesión que pudo salvar al Alcázar: «Hay una puerta»
Nada más llegar al Alcázar de Toledo para apagar el incendio, los Bomberos se encontraron un problema. Revisan, sueltan las mangueras y… fallan las tomas de agua. «Tres hidrantes (tomas de agua que se ubican en el suelo) no tenían agua porque tenían la llave de toma cortada. Y la llave del agua está a gran profundidad, es de difícil acceso…», contó el suboficial. El contratiempo se pudo subsanar rápido, pero el amargo detalle sigue en el aire.
El origen de las llamas estaba en el cuadro de climatización, pero no lo encontraron hasta que una confesión de un trabajador arrojó la luz que hacía falta. El trabajador les dijo: «Detrás de ese panel hay una puerta y aquí hay otra». La información fue más que valiosa, salvadora: «Entonces arrancamos a lo bestia la puerta y ahí estaba el foco», confesó el suboficial de Bomberos.
Por suerte, podemos afirmar que el incendio del Alcázar fue más espectacular que dañino. En el recuerdo nos quedará esa mañana calurosa donde el humo escapó por las ventanas del Alcázar.