El PSOE de Castilla-La Mancha ha considerado que las protestas vecinales debido a la privatización del servicio de agua han puesto de manifiesto que al gobierno local, compuesto por PP y Ciudadanos por Alcázar, «le sobra mucha soberbia».
El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en declaraciones a los periodistas con motivo de una visita en su calidad de alcalde de Toledo, ha comentado las protestas vecinales que se viven en el municipio desde hace tres días y que han llevado a un grupo de ciudadanos a encerrarse en el Ayuntamiento para exigir un referéndum sobre el tema, cuya celebración ha sido rechazada por el equipo de gobierno.
«Cuando se quiere cambiar un servicio estructural de esta naturaleza, que además no se tenía comprometido y lo hace un equipo de gobierno que no es homogéneo, se tiene que hacer no por las bravas, sino hablando mucho», ha considerado García-Page.
Por el contrario, ha reprochado que al equipo de gobierno alcazareño «le sobre mucha soberbia».
También la portavoz del PSOE en la región, Cristina Maestre, ha hecho alusión en otra rueda de prensa a las protestas por la privatización del servicio de agua en Alcázar de San Juan, que se deben a la «miopía del PP», un partido que, según la dirigente socialista, «no es consciente de calibrar lo que está pasando» en este municipio.
«Es el caldo de cultivo, el desafecto, el cabreo, el enfado y el descontento» de los ciudadanos con el alcalde, Diego Ortega, que «no llevaba ese aspecto en su programa», ha subrayado Maestre.
Ha alertado de que un gobernante no puede gobernar de espaldas a los ciudadanos y ha sostenido que refleja «el carácter dictatorial del PP».