El nuevo director del Museo del Ejército, el general Juan Valentín-Gamazo, quiere situarlo al nivel que tienen en el ámbito internacional el Museo Imperial de la Guerra de Londres o Los Inválidos de París y que «quien venga a España piense que tiene que venir a Toledo para visitar el Museo del Ejército».
En una entrevista con Efe tres semanas después de tomar posesión de su cargo, Valentín-Gamazo ha explicado los objetivos que se ha marcado para este Museo ubicado en el Alcázar de Toledo desde julio de 2010 y que ha recibido más de un millón de visitas desde entonces.
Madrileño de 59 años, con vínculos familiares en Manzanares y en Ruidera, en la provincia de Ciudad Real, el general Valentín-Gamazo dice que su «aspiración máxima» es situar el Museo en el ámbito de los grandes museos internacionales relacionados con los ejércitos.
Así, cita el Museo Imperial de la Guerra de Londres, el Museo de la Armada en Los Inválidos de París o el Museo de Historia Militar de Viena, entre otros.
«Que quien venga a España piense que tiene que venir a Toledo para ver el Museo del Ejército, que es una maravilla. Este es el objetivo», ha resaltado.
Para conseguirlo apuesta por una buena difusión del Museo, contando con las redes sociales, y quiere fomentar las relaciones con otros museos europeos similares.
El director del Alcázar está satisfecho con el aumento de visitas que registra el Museo y dice que han empezado a plantearse tener que organizar turnos de horarios para las entradas en determinadas exposiciones si el ritmo de público crece como está sucediendo con la exposición de ‘soldaditos de plomo’, que en su primer domingo abierta recibió 3.200 visitas frente a las 1.900 que hay un domingo de media.
Un «punto de inflexión» importante para el Museo fue celebrar allí la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha, Farcama, el pasado otoño, una experiencia que el nuevo director está dispuesto a repetir si el Gobierno regional lo considera porque los resultados fueron «totalmente positivos».
En este sentido, afirma que el Alcázar es el «referente» de Toledo, «un poco como la casa de todos», y debe abrirse siempre que se pueda y que sea compatible con su actividad como Museo.
Uno de los objetivos que se ha planteado Valentín-Gamazo es incrementar el número de piezas en determinadas salas, aunque sin modificar el discurso museístico de la colección permanente.
En concreto, el año que viene se montará definitivamente la sala dedicada al ejército en su momento actual, un espacio que hasta ahora era «una sala comodín», que se utilizaba como apoyo para las temporales, y que debe reflejar lo que es el ejército actual, desde las misiones en Afganistán hasta las de Líbano o Kosovo.
Asimismo, la sala dedicada a la historia del Alcázar se trasladará a una habitación más amplia y aumentará sus fondos de modo que «se explique la historia del Alcázar de forma más completa», ha dicho.
Cuando en el mes junio se reúna el patronato de la Fundación del Museo del Ejército, el general Valentín-Gamazo deberá presentar un borrador de la actividad del Museo en 2015 y el plan estratégico para los próximos tres años, que ya ha comenzado a esbozar y se centrará en aumentar la proyección internacional y la imagen del Museo.
En cuanto al ritmo anual del Museo, su idea es plantear dos grandes exposiciones temporales en el Museo al año y, a lo sumo, una tercera menor, pero en cualquier no llegar a las cuatro exposiciones que cada año ha habido hasta ahora en el Alcázar.
Considera, en este sentido, que una exposición temporal debe estar cinco o seis meses abierta, para que pueda ser visitada por mucho público, algo que no se puede cumplir si se inaugura una cada trimestre.
Por ejemplo, en abril el Museo del Ejército tendrá cuatro exposiciones temporales abiertas al mismo tiempo: dos en el Alcázar -la de ‘soldaditos de plomo’ y otra sobre el 250 aniversario del Real Colegio de Artillería- y dos itinerantes por otras ciudades, una dedicada al regimiento de caballería Alcántara y la exposición «Al Asalto» sobre máquinas de asedio.
De cara a 2015, Valentín-Gamazo ha comenzado a estudiar posibles temporales y ha avanzado dos ideas que tendrían cabida, la Guerra de Sucesión que cumple trescientos años y las campañas de las guerras de independencia en América que empezaron hace ahora doscientos años, aunque se prolongaron hasta 1898, y son bastante «desconocidas» en España.