domingo, 24 de noviembre de 2024
Entrevista Irreverente a Santiago Palomero, director del Museo Sefardí de Toledo 28/02/2014junio 9th, 2017

De Santiago Palomero Plaza, 57 años a estas alturas de su vida y natural de Carrascosa del Campo (Cuenca), se podrían decir muchas cosas, pero hay una en la que nadie se equivocaría: su tremenda cultura y las ganas que tiene de hablar. ¡Porque coge el hilo y no para! Un hombre sabio, para que me entiendan, y con quien da gusto sentarse y escuchar… Bien, pues lo que acaban de comenzar a leer es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Es de pueblo, «y para mí es un honor reconocer que soy de pueblo, porque te da una forma especial… No digo que sea mejor ni peor, pero creo que una persona de pueblo está más capacitada para las cosas de la vida. Por ejemplo, yo cogía el huevo de la gallina, sé cómo suenan las campanas… Un pueblo pequeño te proporciona un territorio de gracia que es muy útil para la vida, te marca unas pautas, como el respeto a los mayores. No sé, son cosas que palpas desde niño…».
Director del Museo Sefardí de Toledo, quizás uno de los templos más visitados y admirados del mundo judío, se despierta y su objetivo número uno es desayunar unos buenos churros porque si no la vida no la vería de la misma forma. Sus explicaciones las han saboreado numerosas personalidades del mundo y, mire usted por dónde, «no tengo hobbies, hago lo mismo todos los días, me da igual… No tengo días festivos, pero es verdad que me gusta mucho pasear por las Hoces de Cuenca, soy también un andarrío que ha recorrido vías romanas y caminos antiguos, que le gusta la naturaleza. Y todos los días procuro escribir, procuro leer y procuro amar. Vamos, que si te refieres a… ¡No pesco ni cazo! Ja, ja, ja…».
Guarda cientos de anécdotas en su interior, pero quizás una de las que más le marcó fue el día que vio, en el libro que tiene el Museo para que sus visitantes escriban lo que quieran, un dibujo de Corto Maltés, uno de sus ídolos del cómic. Un dibujo perfecto. No le dio más importancia. Era 2009. Tres meses después leyó en un periódico nacional que Hugo Pratt, autor de tan magno personaje, había estado en Toledo para volver a escuchar las canciones sefardíes que le había enseñado su madre. A Palomero se le encendió la lucecita y volvió al libro. Entonces comprobó que debajo del dibujo de Corto Maltés aparecía la firma del famoso historietista italiano.
Desde entonces, Corto Maltés «es el fantasma del Museo Sefardí, porque todo museo debe tener su fantasma».
Señoras y señores, con todos ustedes…

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A ver, cuénteme eso de que no puede empezar el día sin unos buenos churros…

Me gusta encender el día desde el kiosco Catalino (en Toledo) porque es un escenario multicultural en el que suceden muchas cosas. Hay camareros árabes, hay una camarera marroquí, hay un argelino, hay dos de Mora que yo los llamo, en broma, los socios capitalistas… Es un escenario por el que pasa gente muy diversa y muy simpática, de muchas tendencias… Pasan políticos de los dos colores…

El mundo a su alrededor, vamos…

Realmente allí palpas la vida.

Ya, ya… Y una buena excusa para comer churros todos los días y no pensar: ¡Que voy a engordar!

También. ¡Pero cuidado! Dice Grande Covián que donde esté un churro o una porra frita en un buen aceite que se quite un cruasán, que es mucho más indigesto. O sea que yo defiendo… El churro es marca España, pero marca España semítica. El churro, como los buñuelos, son alimentos semíticos: árabe-judío, y por lo tanto también estamos comiendo nuestras raíces.

¿Por qué le dio por la cultura judía?

A mí no me dio especialmente por el mundo judío. Yo soy un conservador de museos que accede a la oposición nacional, que antes ha sido director del Museo de Cuenca, y soy arqueólogo por la Universidad Autónoma. He excavado en Cuenca, en Valeria, en Arcávica, en Casas de Benítez… Yo soy un arqueólogo, en principio. Cuando hago la oposición nacional tengo que elegir un museo y vengo a Toledo, que entonces estaba aquí Rafa García Serrano, que es amigo, y vengo porque es un museo nacional pero no tenía mucho conocimiento general de la cultura judía. Venía con la intención de irme al Museo de Santa Cruz, porque era más cercano a mis intereses, era arqueología… Pero el caso es que me fascinó la cultura judía, empecé a estudiar, a leer, el Museo estaba empezando a montarse ese momento. También me fascinó la museología judía, ellos son los inventores de los efectos especiales. Y cuando conoces la cultura judía te das cuenta de que es una cultura de emprendedores, de gente inteligente, de gente en la diáspora que tiene que buscarse la vida instantáneamente y que quiere vivir en paz en cualquier sitio.

¿Ha pasado mucho espía por el Museo Sefardí?

¡Ah, no tengo ni idea! ¡Eso de los espías me da igual! Yo paso de… Ja, ja, ja… Es que yo entiendo que lo público no puede ser secreto. Lo público es público, lo que yo escriba ahí, bueno o malo, y mira que yo soy un poquito especial, que firmo con una firma verde y una copa, pero es público. Puede ser elegante o no, lo más educado o no, pero lo público debe ser público. Incluso si metes la pata, qué le vamos a hacer. Yo soy un funcionario público y tengo que ser público en qué me he gastado el dinero, en cómo me lo he gastado… No me importaría publicar en la web mi presupuesto. Yo soy partidario de que los museos tengan ideología, no creo en los museos inocentes. Porque no es verdad. Todos tenemos ideología y cuando uno hace algo se retrata. No te digo que sea del PSOE o del PP, yo quiero que el museo tome partido, primero que sea veraz y dé opciones a la gente para que opine. Yo, en el caso de la España judía he tenido que tomar partido, porque la historia judía ha sido tan mal contada, cuando no tergiversada, cuando no oprobiada y había un velo de silencio inmenso que se empezó a descubrir en el siglo XIX.

¿Entiende a los palestinos?

Yo entiendo todo, porque soy un hombre de mi tiempo. Acuérdate de la frase «I have a dream», «yo tengo un sueño», por qué no tener un sueño, yo soy un hombre de paz, a mí me gustaría y siempre propongo, y se lo propuse a Hillary Clinton cuando estuvo por aquí, a todo el que puedo se lo explico, que yo les propongo el Museo Sefardí para firmar la paz entre israelíes y palestinos. La última vez, cuando el consejero de Sanidad, Ignacio Echániz, vino con diversas personas, entre otros los investigadores Mariano Barbacid y Juan José Badiola, les encantó la historia que les conté y Badiola, al salir, me dijo que era lo más interesante que le habían contado de Toledo.

Le encanta Toledo…

Bueno, yo soy de Cuenca, punto primero. Y pongo un poco de distancia con Toledo, sigo empadronado en Cuenca, lo cual no le gusta al alcalde de Toledo, siempre en broma, pero pongo un poco de distancia porque es la ciudad donde yo trabajo, no quiero amores desmedidos, quiero tener un poco de perspectiva, soy una persona que ha venido a trabajar a Toledo pero no soy un ttv (toledano de toda la vida). Vivo entre las dos ciudades y me gustan las dos, las comparto. En Toledo trabajo y en Cuenca descanso más. ¡Cómo no me va a gustar Toledo y a tener esa alegría!

Es usted muy de boina, va por la calle con ella puesta…

No, soy muy de sombrero. Yo llevo boina, llevo gorro ruso, gorro… Suelo ir tocado, que es una expresión… Y en verano llevo un sombrero blanco, me gusta.

Hablemos de política, usted es partidario de las listas abiertas…

¡Yo quiero listas abiertas. Pero de todos! Quiero votar a quien me da la gana. Es más, a lo mejor puedo votar a uno de IU, a uno del PP y a uno del PSOE. ¿Por qué no? Si me da la gana, ¿por qué no?

¿Se puede saber a quién votó en las últimas elecciones generales?

No me importaría decírtelo, pero es que creo que mi vida privada no le interesa a nadie. Prefiero que forme parte de mi intimidad.

¿Casaría a dos personas del mismo sexo?

De hecho, en algunas ceremonias me han pedido los textos árabes y judíos, porque los mejores poemas de amor escritos en el mundo probablemente lo estén en árabe. Tengo amigos de todos los colores y tendencias y sí, yo casaría a quien se quiera. Sin ninguna duda.

¿Messi o Cristiano Ronaldo?

Los dos son buenos jugadores, no me decidiría por ninguno. ¿Que de qué equipo soy? De la gloriosa Unión Balompédica Conquense.

¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?

Teniendo el país un paro del 25 por 100 y el 50 por 100 juvenil, ¿quién no tiene parados a su alrededor? Claro que sí. Es uno de los grandes problemas de España. Es un problema nacional, no es un problema del partido que gobierne o del otro, y ese problema nacional tiene que tener soluciones comunes. Yo doy trabajo en el museo, que no es poco, e intentamos que el turismo cultural forme parte de la vida cotidiana, pero no tenemos programas para parados, no somos una institución para eso. Hacemos todo lo posible para que Toledo gane dinero.

Si fuera juez, policía, banquero, abogado, cerrajero, funcionario de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?

Objetaría, no tengo ninguna duda.

¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?

Es que yo soy un tipo bastante tranquilo, me dedico a leer y a escribir… No sé, no te podría decir, tendría que pensarlo, pero supongo que las hay. No una, sino varias. Pero si la he hecho no me importa, estaría bien, que me quiten lo bailao.

¿Cuántos idiomas habla?

Varios, pero menos de los que debería. Mi generación es una generación jorobada para el idioma. Yo aprendí francés pero hablo muy mal inglés, he tenido que aprender alemán por mi cuenta en la Escuela de Idiomas, entiendo bien italiano y algo de hebrero y de árabe, y latín y griego antiguos, pero… Yo he hecho esfuerzos, pero me gustaría aprender mejor inglés y algún idioma oriental. En eso nuestros hijos van mejor, no están perdidos en el idioma como nosotros. Porque los idiomas se aprenden mucho peor tarde. Yo iba a clase con mi hijo de alemán y a mí me daban el nueve y yo decía no, no… El del nueve era mi hijo y el del cuatro era yo. ¡Y además él no estudiaba y yo sí! Ja, ja, ja…

Si mañana le tocara la lotería…

Haría lo mismo que hago hoy, exactamente. Iría a trabajar y sería moderadamente feliz. El dinero no da la felicidad, ayuda, pero la cosa es interior.

Si fuera presidente del Gobierno de España, lo primero que haría sería…

Es una pregunta de largo recorrido… Haría algo para poner de acuerdo en los grandes temas… Un pacto de Estado. Uno de los grandes problemas que tiene España es escuchar. Y escuchar a los otros te enriquece, porque siempre aprendes algo aunque no estés de acuerdo en lo que diga el otro. Pero hay que sentarse, hay que hablar y hay que hacer las cosas bien por las partes. Haría un gran pacto. Y sería un país abierto al multiculturalismo y a muchas creencias, en el que lo laico predomine sobre… O sea, la mezquita de Córdoba no me gustaría que la dirija ni el obispo ni el imán, el Consorcio de Turismo es quien debe dirigir la mezquita.

¿Existen los extraterrestres?

Ja, ja, ja… ¡Algunos veo yo por ahí haciendo declaraciones, sí! ¿Fuera de la Tierra? Yo creo que no, pero me gustó mucho un libro, «Sin noticias de Gurb», de Eduardo Mendoza, que era un extraterrestre que alucinaba con nosotros porque no nos entendía. Yo creo que nosotros somos los extraterrestres muchos días.

¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli en el caso de que hubiera uno para hombres; o tres, atender un teléfono erótico.

Yo creo que no haría mal ninguna de las tres cosas. Lo siento por quien vea mi foto en el calendario, ¡yo no se lo aconsejaría! Ja, ja, ja… Pero no tendría ningún problema.

¿Actuaría en una película porno?

Probablemente mal, pero actuaría. No tendría ningún problema, aunque la haría menos machista. El porno es muy machista, habría más ternura en mi película.

¿Debería abdicar el Rey ya en el Príncipe?

No pasaría nada si lo hiciera. Yo no soy quién para opinar, pero me parece que España está preparada. Conozco a los Príncipes y están preparados, no se caería ningún anillo de nadie y no pasaría nada.

¿Se ha pegado con alguien alguna vez?

Creo que no. No me acuerdo, pero no… La violencia es muy desagradable. Decía Ernesto Sábato, y hay que pensarlo mucho, que el torturador va en el autobús. Y yo siempre que entro en un autobús no sólo pienso en eso sino que además pienso si puedo ser yo. Podemos ser todos. Las circunstancias en las que te pone la vida te pueden… No me gusta la violencia y no me gustaría tener que utilizarla, pero no sé cómo reaccionaría realmente en una situación…

¿Ha recibido propuestas sexuales de una persona de su mismo sexo?

Alguna vez. Sí. Y fíjate, decir que no siempre cuesta. Porque es desagradable para la otra persona y tienes que ser muy tenue… Y lo fui, sí, fui muy tenue.

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

No me parece que haya ningún lugar raro para practicar sexo. Forma parte de mi intimidad. Pero insisto en que la cama quizás sea el sitio menos agradable… Ja, ja, ja… No digo que no se haga, pero el sexo es algo tan simple y tan natural que hay que hacerlo con naturalidad. Donde sea, como sea y cuando sea. Con naturalidad. Cualquier sitio es bueno.

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