La estrategia del Consorcio de la Ciudad de Toledo para recuperar edificios en desuso en el casco histórico continúa avanzando. Son cinco las empresas que optan a redactar el proyecto para la rehabilitación integral del inmueble situado en el callejón de San Pedro número 11, uno de los dos seleccionados por el Consorcio para desarrollar este pionero proyecto de vivienda.
Siete nuevas viviendas
Una vez adjudicado el contrato, en las próximas semanas, la empresa adjudicataria tendrá tres meses para redactar el proyecto de rehabilitación de este edificio actualmente sin habitar que ofrecerá un total de siete nuevas viviendas para residentes en el casco histórico.
El inmueble del callejón de San Pedro número 11 se suma al edificio de la calle Niños Hermosos número 3, cuya adjudicación para la redacción del proyecto de obra se ha adjudicado recientemente. En este caso serán un total de 14 nuevas viviendas una vez terminada la intervención.
En ambos casos, la Unidad Técnica del Consorcio será la encargada de la coordinación y seguimiento de los trabajos a realizar, así como del cumplimiento de este pliego y la vigilancia de la elaboración del proyecto.
Callejón de San Pedro.
Líneas de ayudas del Consorcio para rehabilitar viviendas
Esto supone un nuevo paso para hacer efectiva la línea de ayudas del Consorcio para rehabilitar inmuebles que estaban sin habitar y promover así otra alternativa para incorporar familias que quieran vivir en este barrio de la ciudad.
El edificio del callejón de San Pedro tiene un alto valor patrimonial y cuenta entre sus joyas con una cúpula elíptica del siglo XVI, policromada y decorada con pinturas de escenas religiosas sobre un fondo de decoración vegetal. Un elemento que se restaurará cuando se realicen las obras en el edificio, evitando así el deterioro propio del paso del tiempo y de la falta de uso del inmueble.
En el caso del edificio de Niños Hermosos, ubicado en el entorno del Alcázar, está integrado por dos casas patio con un artesonado policromado también de relevancia histórica.
Ambos inmuebles son los que obtuvieron una mayor puntuación de las siete solicitudes presentadas en la convocatoria pública puesta en marcha el año pasado con el objetivo de conjugar nueva vivienda residencial y protección del patrimonio, seña de identidad de la institución desde hace más de dos décadas.