La Justicia española está sumida en una huelga que colapsa el sistema. Una huelga que arrancó el 24 de enero y que muchos consideran «escondida». Es uno de esos asuntos tan relevantes como desatendidos y que está afectando a las causas penales y civiles que no son de urgencia, que aplaza todos los procedimientos administrativos y que busca la «dignidad profesional». Las togas están en los pasillos y no en las salas de vistas de los Juzgados. Los letrados de la Administración de Justicia están en huelga indefinida.
«Fui a cambiarme los apellidos y no lo pudieron registrar», cuenta Nacho, una de las tantas personas que no ha podido realizar trámites en los Juzgados de Castilla-La Mancha. «Cambiarte el apellido no es urgente», contesta María Teresa González Zamora, una de las letradas de la Administración de Justicia que está en huelga. González Zamora tiene su plaza en Toledo y pertenece al Colegio Nacional de Letrados de la Administración de Justicia.
Los letrados han sacado las togas a los pasillos, no firman ningún procedimiento, excepto los de urgencia, y la principal reivindicación que exigen al Ministerio de Justicia es la «adecuación salarial»: que su salario se ajuste a las funciones que realizan. Encastillalamancha.es ha podido hablar con tres letrados de la Administración de Justicia de Castilla-La Mancha. Los tres están en huelga y cubren los servicios mínimos. Los tres coinciden y los tres critican las actuaciones del Ministerio, al que tachan de «no querer sentarse a negociar».
¿Por qué están de huelga los letrados de la Administración de Justicia?
Luis Gómez es letrado de la Administración de Justicia en Guadalajara y representante en Castilla-La Mancha de la asociación de letrados UPSJ (Unión Progresista de Letrados de la Administración de Justicia). «Desde 24 de enero al 3 de febrero no se celebraron 2.126 actos programados en Castilla-La Mancha», informa Gómez. Es decir, que más de 2.000 procedimientos que se deberían haber realizado en los juzgados (juicios no urgentes, condenas, multas, pagos de pensiones, declaraciones y un largo etcétera) «por causa de la huelga, no se van a poder celebrar». «Se quedan ahí y se celebrarán más tarde, pero se aplazan sine die«, aclara el letrado de Guadalajara.
Las funciones de los letrados, anteriormente conocidos como secretarios judiciales, son «garantistas». Firman todos los procedimientos intermedios necesarios para que se realicen los juicios. Están capacitados, incluso, para celebrar las bodas civiles en los Juzgados. «Desde 2015, podemos casar y divorciar a parejas sin menores a cargo», subraya el representante de los letrados del UPSJ en CLM. Esa es una de las reivindicaciones centrales. Las últimas reformas del Ministerio Justicia otorgaron muchas más funciones a este cuerpo de la Administración de Justicia. Más funciones que se traducirían en un aumento de salario. «Nunca llegó el aumento salarial». De ahí la huelga que paraliza la administración. «Hacemos todo el trámite de lo que acaba resolviendo el juez y es una responsabilidad inabarcable», se reafirma Luis Gómez.
Además de la adecuación salarial, el cuerpo de letrados pide actualizar las conocidas como «cláusulas de enganche», un complemento salarial. “Nacen de un acuerdo para que las retribuciones fueran a la par que las de los jueces y que estas retribuciones no sean inferiores al 80% del salario de la judicatura”.
Letrados de Toledo apoyando la reivindicación.
Las consecuencias: juicios suspendidos y una Administración en “mínimos”
«La semana pasada se suspendieron más de 500 actuaciones en Toledo. Los mandamientos de pago, en enero, han descendido más del 90%», aporta la letrada de Toledo, Teresa Fernández, que confirma que desde el 24 de enero «se han celebrado muy pocos juicios».
Según los datos de los propios letrados, el seguimiento de la huelga es mayoritario. El pasado 7 de febrero, un 67,01% del cuerpo se encontraba de huelga. En Guadalajara, durante ese mismo día, casi 9 de cada 10 letrados no acudían a trabajar y simplemente realizaban los servicios mínimos que se les exigen. «La huelga la hacemos responsablemente y atendemos servicios esenciales como las causas con preso, de violencia… Hoy estoy de servicios mínimos y he atendido más reclamaciones de las que debería», reconoce la letrada de Toledo.
«Es una huelga, hay perjuicios», reconoce la letrada Raquel López-Fando de Miguel, que tiene su puesto en Cuenca. «Da mal rollo, pero nos hemos visto obligados», apunta la letrada de la provincia de Cuenca. «No hay reconocimiento a la labor que hacemos», se queja su compañera desde Toledo.
«No hay marcha atrás»
«El Ministerio se ha echado la soga al cuello al darnos tantas funciones. Ahora, al dejar de trabajar, provocamos una paralización absoluta», defiende el letrado Luis Gómez. El cuerpo ha designado a un comité de huelga para negociar con el Ministerio. Algo que no ocurre, dicen, porque el «Ministerio no se ha puesto en contacto para negociar».
¿Hasta cuándo se mantendrá la huelga? «La idea es aguantar», ahonda la letrada de los Juzgados de Toledo, que reconoce que el «el perjuicio económico es grande», pero que lo hacen por «dignidad profesional».
Sin embargo, afirman que no van a dar marcha atrás. «Hemos llegado a este punto y no hay marcha atrás», completa López-Fando. «Estoy segura de que con voluntad de negociar podemos llegar a un acuerdo. Somos responsables», prosigue la letrada de Toledo. Las sillas del Ministerio esperan al comité de huelga de los letrados. Mientras, las togas siguen colgadas en los pasillos.