El Gobierno de Castilla-La Mancha avanza en la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las Labores de la Lagartera y ha anunciado que publicará un libro que recoja esta tradición textil.
Así lo ha señalado este lunes la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosana Rodríguez, durante la presentación de las Labores de Lagartera en un acto celebrado en el Museo Taller del Moro de Toledo, según ha informado el departamento que dirige Rodríguez.
Un libro para recoger esta «preciosa y preciada» labor textil
Durante su intervención, Rodríguez ha indicado que el Ejecutivo autonómico trabaja para salvaguardar este bien con la máxima protección jurídica que dispone la Junta y ha recordado que el proceso de incoación comenzó el pasado mes de noviembre, tras su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM).
Del mismo modo, ha puesto de manifiesto la importancia de esta «preciosa y preciada» labor textil de origen incierto y su «potencial identitario» y, en este punto, ha adelantado que el Gobierno regional también trabaja en un libro donde recoger estas labores.
En este sentido, ha aseverado que se trata de un conjunto de procesos complejísimos para obtener textiles trabajados y enriquecidos, con agujas variadas e hilos de distintos colores y materiales (lana o seda), junto a determinadas modificaciones sobre la trama y urdimbre del tejido (deshilados de distintos tipos) que constituyen las principales estrategias y utensilios utilizados.
Un ejemplo de las labores de Lagartera
Además, ha añadido que hay una gran variedad de estilos y modelos -los tres tipos principales se dividen en deshilados, bordados y dibujados- y las labores y los bordados más valorados son en el traje femenino, los ‘tijidillos‘ y los ‘ceazos‘ de la gorguera o los bordados de las cintas, y en el masculino el deshilo viejo, el deshilo de nudo, la randa, los tambores, la de por cuenta y el deshilado de cristillo.
Y las tonalidades más utilizadas son los tostados (beiges), muy usados en los altares del Corpus Christi, y el negro en los ‘ceazos’ y los ‘tijidillos’ de las gorgueras de lujo.