El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se ha mostrado «satisfecho» por el acuerdo básico alcanzado sobre el Plan Hidrológico del Júcar y ha anunciado la puesta en marcha de inversiones urgentes para modernizar regadíos en la ribera del río.
Así lo ha afirmado a los periodistas antes de inaugurar el seminario «Caladero Mediterráneo», donde ha afirmado que confían en llevar un acuerdo sobre estas actuaciones de modernización de regadíos «muy pronto al Consejo de Ministros».
«El Gobierno tiene el compromiso de hacer las inversiones públicas que están demandando los regantes, son necesarias, economizan agua y permiten un equilibrio hídrico más razonable dentro de la cuenca», ha asegurado el ministro.
Además, ha dicho que en la Comunitat Valenciana las inversiones en regadío «están muy justificadas» por tratarse de una región que «rentabiliza el uso del agua, la optimiza y tiene producciones con salida al mercado, que contribuyen a las exportaciones españolas».
En este sentido, ha manifestado que el Gobierno «es sensible a ese dinamismo del sector agrario de la Comunitat Valenciana y al buen uso que se hace del agua».
También ha asegurado que el Gobierno seguirá «dialogando con los regantes para realizar otras inversiones de modernización que son necesarias a los efectos de ahorrar agua y posibilitar otros usos demandados por los regantes».
El ministro ha destacado la importancia de que haya habido un «acuerdo básico» sobre el Plan Hidrológico del Júcar, pues según ha dicho, se trata del río «más difícil de regular», y ha asegurado que el Gobierno seguirá trabajando hasta su aprobación definitiva para lograr «el máximo consenso posible».
Ha explicado que la cuenca del Júcar «es compleja, deficitaria y muy intensiva en el uso del agua», afecta a cinco comunidades autónomas y tiene «mucha superficie y presión sobre los recursos hídricos».
Con este acuerdo «hay un gran equilibrio porque se han tenido en cuenta las necesidades de todos», ha asegurado el responsable de Agricultura, pero ha reconocido que «nunca llueve a gusto de todos» y «repartir el agua a gusto de todos en España es una asignatura muy difícil».
Así lo prueba, según Arias Cañete, que el Gobierno anterior «fue incapaz de aprobar uno solo de los planes hidrológicos de los ríos en el período que le dio la Unión Europa, mientras que este Gobierno, ha dicho, «no solo va a aprobarlos todos, sino que iniciará una nueva revisión de la planificación hidrológica en 2015».
En ella, ha dicho, «seguiremos hablando con regantes de Valencia, Alicante y Castilla-La Mancha CLM para la búsqueda de los mejores equilibrios», algo que pasa por invertir en infraestructuras hidráulicas para permitir «un uso más eficiente del agua y un reparto más inteligente de los caudales de los que disponemos».