Primavera es sinónimo de escapada y, como sabemos que ya estáis preparando las vuestras, aquí os dejamos los 10 pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha para que programes tu viaje y desconectes durante unos días en la estación de las flores y los colores, cuando la vida brota y nos ofrece paisajes inmejorables, como ocurre en estos 10 pueblos que te presentamos a continuación.
Castilla-La Mancha es la región por excelencia para el turismo rural, donde su rica variedad nos lleva desde pueblos medievales, a la ruta que hizo El Quijote, pasando por enclaves extraordinarios por su localización geográfica o rincones espectaculares por su entorno natural. Acompánanos en este viaje ideal para la próxima primavera:
Jorquera
El hermano menos conocido, pero igual de espectacular que Alcalá del Júcar. Es Jorquera, un precioso pueblo al que el meandro del Júcar dio forma, donde el verde se enlaza con los impresionantes cortados del cerro donde se asienta el pueblo.
Con esplendoroso pasado musulmán, contamos con riqueza monumental, como la Torre Blanca, la parroquia de la Asunción, la fortaleza, la casa del Corregidor y el santuario de la Virgen de las Cubas, excavado en la roca y situado en la ribera del Júcar, donde merece la pena ir caminando desde el propio pueblo, en una ruta de unos 10 kilómetros en ida y vuelta.
Alarcón
El Júcar no solo da forma al paisaje del pueblo anterior. En la provincia de Cuenca se encuentra Alarcón, uno de los municipios más bonitos de Castilla-La Mancha. Las abruptas gargantas del río se entrelazan con el patrimonio histórico del municipio para dejar un entorno idílico del que disfrutar en familia.
Del árabe proviene su nombre y es que fueron los musulmanes fueron los primeros que levantaron una fortaleza para aprovechar su potencial defensivo natural. El castillo, que alberga un Parador de Turismo, la plaza del Infante don Juan Manuel o la iglesia de San Juan, con los impresionantes Murales de Alarcón de Jesús Mateo, son paradas obligatorias en el viaje, a la que podemos acompañar con una ruta por el sendero de la Hoz de Alarcón y una visita al embalse que comparte nombre con el pueblo.
Villanueva de los Infantes
El que para muchos es el lugar de La Mancha de cuyo nombre no se quería acordar Cervantes en El Quijote, Villanueva de los Infantes, es uno de los pueblos más bellos de la región. Con un patrimonio declarado Conjunto Histórico-Artístico, un paseo por sus calles como volver al siglo XVII. El Hospital de Santiago, la Alhóndiga, la Casa de los Estudios, la casa-palacio del Marqués de Entrebasaguas, el Casa de la Insquisición, la Plaza de San Juan o la calle Cervantes son paradas obligatorias en el municipio de Ciudad Real.
Y es que el Siglo de Oro fue trascendental para Villanueva de los Infantes. Allí pasó sus últimos días Francisco de Quevedo y allí fue enterrado, aunque también dieron gran relevancia cultural a la villa Santo Tomás de Villanueva, Jiménez Patón, Francisco Cano y, cómo no, Cervantes y Lope de Vega.
Pastrana
El lugar del cautiverio de la princesa de Éboli es uno de los lugares más propicios de La Alcarria para realizar una visita. Camilo José Cela la describió como «una gran ciudad medieval» en su «Viaje a la Alcarria». Quizá su lugar más memorable sea el Palacio Ducal, proyectado por Alonso de Covarrubias, donde Felipe II ordenó el confinamiento de la princesa de Éboli, pero por el resto de calles también quedan retales históricos de personajes como Santa Teresa o San Juan de la Cruz o el escritor Moratín, quien hizo de Pastrana su morada durante largas temporadas.
Callejuelas, muralla, puertas, casas y palacios nobles crean un conjunto histórico digno de contemplar. El Colegio de San Buenaventura, el Palacio viejo, el Palacio de los Burgos, Casa de la Inquisición, Casa de la Sinagoga o Casa del Caballero Calatravo son algunos de sus edificios más destacados.
Oropesa
A la Edad Media también nos llevará Oropesa, en la provincia de Toledo. Allí, su imponente castillo del Siglo XII preside la comarca a la que da nombre el pueblo, la Campana de Oropesa. Un castillo que alberga un Parador de Turismo, donde podremos dormir como si fuésemos un noble del medievo.
El legado árabe también se nota en el municipio, como en el propio trazado de las calles, en los restos que se conservan en el castillo e incluso en una leyenda sobre el nombre del municipio, puesto que, según cuenta, los musulmanes apresaron a una princesa y pidieron un rescate que suponía el peso de la dama en oro, de ahí el Oro-pesa. De hecho, el Rescate de la Princesa es una de las escenas que se representa en sus famosas Jornadas Medievales, que además se celebran en el mes de abril, por lo que esta primavera es el momento ideal para visitar el municipio toledano.
Liétor
En la «Suiza de La Mancha» tenemos Liétor, un municipio de la Sierra del Segura que saltó a la fama con «Amanece que no es poco». Y es que José Luis Cuerda filmó en este pueblo, así como en Ayna y Molinicos esa película, ya considerada de culto y en esta zona los «amanecistas» pueden hacer una ruta temática por los distintos entornos donde se grabaron las escenas.
Pero ese no es el único atractivo turístico del municipio, puesto que su ubicación ya llama la atención, dado que se encuentra «colgado» a 100 metros de altura en el valle del río Mundo, donde obtenemos unas vistas fastuosas del entorno desde sus tres miradores del barrio morisco. Además, también cuenta con diverso patrimonio cultural, como la Plaza Mayor, la ermina de Nuestra Señora de Belén, las casas señoriales de los Tovarra, Belmonte, Galera o Rodríguez de Escoba, así como la parroquia de Santiago Apóstol y el convento de San Juan de la Cruz.
Uclés
Uclés fue en su momento uno de los lugares más importantes de La Mancha. Este municipio conquense, tras la conquista cristiana de la península, fue la sede de la Orden de Santiago y alcanzó su cenit. Coronado por su monumental castillo y su impresionante monasterio, Uclés es un lugar digno de visitar en la provincia de Cuenca.
Campo de Criptana
Los confundió con gigantes, pero solo eran molinos. Estamos en Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad, cuyos molinos convirtió Cervantes en universales. Hasta 34 había en el siglo XIII, aunque ahora solo se conservan 10, tres de ellos de la época de El Quijote.
En la Sierra de los Molinos podemos visitar el Molino Infanto, con los mecanismos originales del siglo XVI, el silo excavado en la roca junto al molino donde se guardaba el grano; el molino culebro, dedicado a Sara Montiel; así como el Museo Eloy Teno, un espacio dedicado a artesanos como Eloy Teno, Antonio Manjavacas o Seceriano Lucas.
Molina de Aragón
En la provincia de Guadalajara encontramos Molina de Aragón. Un enclave dominado por un imponente castillo, con dos recintos, el exterior, rodeado de torres almenadas, y el interior, donde se encuentra el castillo con sus seis torres. Una imponente fortaleza de parada obligatoria.
Pero no es el único encanto del municipio y de su entorno. El barrio judío, el barrio de la morería o el puente viejo, son otras de las paradas que debemos hacer en nuestro viaje, sin olvidar que muy cerca tenemos el Castillo de Zafra, donde se rodaron varias escenas de Juego de Tornos, y también el barranco de la Hoz, donde podemos disfrutar de la naturaleza y su escarpado paisaje dando un paseo y ver la recóndita Ermita-Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de la Hoz.
Tembleque
Por último, os presentamos Tembleque. Una villa manchega donde la cal de sus fachadas reluce con el brillo del sol y donde también encontramos una de las plazas más bonitas de Castilla-La Mancha, un emblema del barroco popular del siglo XVII.
Fue corral de comedias y plaza de toros. De hecho, una de sus tres puertas era el callejón de toriles. La plaza está porticada con columnas toscanas y pilares cuadrangulares en los accesos. Los dos cuerpos superiores son corredores sostenidos por pilares de madera, fachadas encaladas y los antepechos decorados con la cruz de San Juan. No es la única plaza importante, puesto que por un pasadizo llegamos a la Plaza de la Orden, donde encontramos la iglesia de Nuestra Señora de la Asuncion.
Estas son 10 recomendaciones de turismo rural en Castilla-La Mancha, pero también contamos con muchos más pueblos preciosos, como los que te contamos en la anterior entrega de «Castilla-La Mancha en primavera»: Belmonte (Cuenca), los pueblos negros de Guadalajara, Almagro (Ciudad Real), Alcalá del Júcar o Consuegra (Toledo).
Hospederías de CLM, ideal para alojarse
Si quieres que tu experiencia sea más completa, puedes mirar en la página de Hospederías de Castilla-La Mancha si cerca del sitio que visitas hay una de las hospederías de la región. La marca impulsada desde Turismo de CLM para distinguir algunos alojamientos singulares, en enclaves especiales. Calidad, buen gusto y una experiencia que engrandecerá la del viaje si optas por una hospedería.
Si desean otro tipo de alojamiento, Castilla-La Mancha dispone de una amplísima red de casas rurales para disfrutar de unos días relajado en unos entornos privilegiados, donde reina la calma y nos permite desconectar del, en ocasiones, estresante día a día.
Deléitate y respeta el patrimonio natural y cultural. Aprende de la población local, amante y conocedora de su tierra. Disfruta del comercio, la artesanía y la hostelería local, pues son quienes mantienen vivo este espacio.
La gastronomía, seña de identidad de Castilla-La Mancha
La gastronomía es otra de las señas de entidad de la región, con una despensa inagotable, ligada a la tierra, a la cocina de raíz y a la mejor tradición culinaria española fusionada con la aportación de los grandes chefs nacionales del momento. Producto y técnicas ancestrales son ingredientes de una gastronomía que llega al plato convertida en cocina de calidad, diversidad y a prueba de todos paladares.
No en vano, Castilla-La Mancha tiene 11 restaurantes distinguidos con Estrella Michelin, dos de ellos con doble estrella. Otros tantos con soles Repsol y decenas con la calidad suficiente como para acogerse a la marca gastronómica Raíz Culinaria, que la comunidad autónoma ha impulsado para distinguir a todos los restaurantes cuyos fogones representan los mejor de la cocina de Castilla-La Mancha.
Vayas donde vayas de la región encontrarás un restaurante del sello Raíz Culinaria y estrellas Michelin en las provincias de Toledo, Albacete, Ciudad Real y Guadalajara. En este enlace puedes ver el que te pilla en la zona que visitas y el que se adapta mejor a tu bolsillo. ¡Buen provecho!
Los 11 restaurantes con estrella Michelin en CLM
- Maralba, de Fran Martínez, en Almansa (Albacete), dos estrellas Michelin
- Iván Cerdeño, Toledo, dos estrellas Michelin.
- El Molino de Alcuneza, de Samuel Moreno, en Sigüenza
- El Doncel, de Enrique Pérez, en Sigüenza
- El Bohío, de Pepe Rodríguez, en Illescas.
- Raíces, de Carlos Maldonado, en Talavera.
- Retama, de Javier Aranda en la localidad de Torrenueva (Ciudad Real)
- Coto de Quevedo, José Antonio Medina, en Torre de Juan Abad (Ciudad Real)
- Ancestral, Víctor Infantes, en Illescas (Toledo)
- Oba-, de Javier Sanz y Juan Sahuquillo, en Casas Ibañez.
- Ababol, de Juan Monteagudo, de Albacete
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