El PSOE de Castilla-La Mancha ha exigido hoy «sosiego» respecto a los altercados ocurridos en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) por el cambio de gestión del servicio de aguas, mientras que el PP ha criticado que los socialistas «amparan comportamientos» que «alientan algaradas en la calle».
La portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, y la diputada del PP regional Cesárea Arnedo han hecho estas consideraciones en sendas ruedas de prensa después de conocerse que un joven agredió en la madrugada del viernes al alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega.
También después de que la Delegación del Gobierno haya iniciado un expediente sancionador al exalcalde alcazareño, el socialista José Fernando Sánchez Bódalo, por promover las protestas, quien a su vez tendrá que declarar por la querella que en 2012 presentó el actual equipo de Gobierno por la gestión de la empresa municipal Aguas de Alcázar.
La portavoz socialista ha afirmado «abierta y contundentemente que toda manifestación de agresión» a su partido le «parece muy mal».
Además, ha agregado que «todos, incluido el alcalde, deberían dar sosiego al tema» porque, ha opinado, «ya está bien».
Por su parte, la diputada del PP ha denunciado el «acoso total y absoluto» que sufre el alcalde de Alcázar y ha pedido al anterior alcalde que «diga qué se ha hecho con el dinero de los alcazareños».
Arnedo ha criticado que el PSOE de Castilla-La Mancha «ampara comportamientos de dirigentes socialistas como Josele Caballero (secretario general del PSOE de Ciudad Real) alentando algaradas en la calle».
«Se ampara y se alienta una situación de violencia que ha llegado incluso a la agresión pública de representantes de alcazareños y luego se piden explicaciones a los demás», ha lamentado Arnedo.
En este sentido, ha exigido al líder de los socialistas castellanomanchegos, Emiliano García-Page, que «abandone el radicalismo».