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La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal ha dicho hoy que «tenemos la obligación» de legar a las generaciones venideras la «devoción y afición» por el mundo de los toros, porque si no, les «estaríamos arrebatando una parte de su cultura».
Cospedal ha pronunciado estas palabras tras la entrega de los I Premios Taurinos de Castilla-La Mancha, en un acto celebrado en el toledano Palacio de Fuensalida presentado por la torero Cristina Sánchez, una de las primeras mujeres que toreó y luchó por hacerse un hueco en los carteles junto con las primeras figuras.
Los premiados en esta primera edición han sido el matador Pedro Martínez «Pedrés», el ganadero Daniel Ruiz Yagüe, el sastre Justo Algaba, el veterinario Antonio Gómez Peinado, la Feria de Albacete, y el ente público de Radio Televisión de Castilla-La Mancha (RTVCM), y todos han insistido en la misma idea, la necesidad de preservar y de impulsar los toros y el paso dado por Cospedal en ese sentido.
La presidenta de Castilla-La Mancha, que se ha confesado aficionada a los toros y ha explicado que ese gusto por la tauromaquia se lo inculcó su padre, ha dicho que ella va a hacer lo mismo con su hijo, porque considera que hay que no se debe olvidar el pasado ni borrar las huellas.
Ha dicho estar orgullosa de la llamada «fiesta nacional» y ha recordado que Castilla-La Mancha fue la primera comunidad en declarar las corridas de toros Bien de Interés Cultural, mientras que en otros lugares se ponían limitaciones para que los aficionados pudieran disfrutar de la fiesta.
A esa acción siguieron otras en defensa de los toros como la creación de la Mesa de la Tauromaquia y en breve estará listo el Plan Estratégico de la Tauromaquia de Castilla-La Mancha, ha anunciado Cospedal, para quien este espectáculo enraiza con las más antiguas culturas del Mediterráneo.
La «fiesta», ha defendido la presidenta castellano-manchega, es el espectáculo más real que existe, es la «exaltación» de la vida y del «poder del hombre» porque el hombre, ha dicho, es el único ser de la naturaleza capaz de poner en riesgo su vida por ejercer una manifestación artística, un rito milenario con un protagonista, el toro, «animal totémico» en el Mediterráneo.
Ha agradecido al mundo taurino su defensa de esta tradición tan española que considera no está en decadencia, y que hay que defender porque el toreo, además de arte y cultura, es «economía, empleo, turismo, ciencia».
Por el escenario del salón de tapices de Fuensalida, «vestido» para la ocasión con traje de luces, capote y un burladero al fondo, han hecho «el paseillo» los galardonados.
El veterinario Antonio Gómez Peinado ha recibido el premio en la categoría de producción investigadora, científica o literaria; y ha animado, según ha dicho: «a que nadie nos quite lo nuestro».
El sastre Justo Algaba, reconocido en el apartado de artes escénicas, ha rememorado cómo en el Metropolitan de Nueva York, al salir los toreros en la ópera «Carmen», el público se levantó a aplaudir y «no había manera de sentarlos», y ha comparado la fiesta con una encina milenaria «imposible de arrancar».
El concejal de Asuntos Taurinos de Albacete, Manuel Serrano, ha recogido el premio otorgado a la Feria de Albacete por la defensa y promoción de la fiesta y ha manifestado su intención de que ésta siga siendo un referente en el panorama taurino de España.
El premio en la categoría de comunicación taurina ha sido para la Radio Televisión regional, cuyo director, Ignacio Villa, ha afirmado que seguirá apostando por la fiesta.
El maestro Pedro Martínez «Pedrés», referente del siglo XX y creador de lances como la «pedresina», ha dicho sentirse orgulloso como castellano-manchego de la defensa de los toros que está haciendo esta región.
Y el ganadero Daniel Ruiz Yagüe, con un astado indultado en Francia y otros con vuelta al ruedo o dando grandes triunfos, ha resumido todo en un «gracias».