«No son viviendas sociales». El Plan de 10.000 viviendas nuevas que están planteando el Gobierno de Castilla-La Mancha busca solventar las dificultades de acceso a que tienen los castellanomanchegos con ingresos estables, ayudando a construir las viviendas dando 700 euros por metros cuadrados, para así que promotoras puedan ofrecer viviendas «a precios asequibles».
Regular el precio por el aumento de la oferta
La idea es que la administración no sea «casero», sino que las 10.000 viviendas, que se ofertarán tanto para la compra como para el alquiler, serán gestionadas por las empresas privadas que, en el caso del alquiler, será durante 50 años. Además, no habrá limitaciones de precio, sino que se pretenden que el precio se regule por el aumento de la oferta.
El plan ha sido presentado hoy en el Palacio de Fuensalida, en Toledo, por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y por el consejero de Fomento, Nacho Hernando, quienes han estado acompañados de un nutrido grupo de empresarios de la construcción.
«La solución viene por aumentar la oferta, que estas sean a un precio asequible. El mercado no se comporta de forma normal y queremos facilitar el acceso a las personas con ingresos estables, pero con dificultades para acceder, también a los jóvenes», ha explicado Hernando, quien ha repetido, al igual que el presidente, que «este plan no es vivienda social».
Prioridad en las zonas en las que el mercado esté tensionado
Las viviendas se podrá construir en toda la región, pero se dará prioridad a las zonas en el que el mercado inmobiliario está más tensionado, como ocurre en las capitales de provincia, sobre todo Toledo y Guadalajara, así como en los corredores de La Sagra y Henares.
Así, en la provincia de Guadalajara se espera construir 3.000 viviendas, 2.000 en Toledo, 1.900 tanto en Albacete como en Ciudad Real y 1.200 en Cuenca.
Avales para el 20% de entrada
Además, como uno de los propósitos es ayudar a las parejas jóvenes a que compren su primera vivienda, se ayudará con avales para que a los jóvenes les puedan prestar más del 80 por 100 que se da habitualmente se da con las hipotecas.
La intención del plan es incentivar la construcción de las viviendas y, para ello, se dará una ayuda a las constructoras de 700 euros por metros cuadrado hasta un tope de 50.000 euros por vivienda. Para ello se contará con una inversión pública de 106 millones, buena parte de ellos de fondos europeos, que articularán una inversión de unos 1.400 millones privados.
25.000 puestos de trabajo
Un plan que repercutirá también en el empleo, porque la construcción de estas viviendas en su estimación menos ambiciosa alcanzaría los 25.000 puestos de trabajo, que podría aumentar hasta 50.000.
De momento se desconoce si habrá requisitos por parte de la administración para poder acceder a este parque de viviendas y el plazo en el que se construirán dichas viviendas.
«Equilibrio entre influir y estimular»
Page ha querido señalar que este plan buscar «el equilibrio entre incluir en el sector y estimular y ayudar» con soluciones a los problemas de la vivienda.
«Esto no son 10.000 viviendas sociales, ni para colectivos marginales», ha recalcado el presidente, recordando que se busca que las viviendas se puedan a precios asequibles para garantizar el derecho a la vivienda que recoge la Constitución.