La Diputación de Ciudad Real ha invertido 10 millones de euros, procedente de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) para dotar de puntos limpios a 37 municipios de la provincia.
Así lo ha dado a conocer el presidente de la Diputación de Ciudad Real, Nemesio de Lara, durante la inauguración de la I Jornada Técnica de Gestión de Puntos Limpios y Fondos Feder, dirigida, principalmente, a técnicos y cargos municipales.
El objetivo de esta jornada, que ha comenzado guardando un minuto de silencio en memoria del presidente Adolfo Suárez, es dar a conocer diferentes enfoques sobre el tratamiento y la recuperación de residuos, un tema «extenso y diverso» en el que todas las administraciones, según de Lara, han de implicarse para que las generaciones venideras hereden un planeta más sostenible.
De Lara, que ha saludado al delegado del Gobierno en la provincia de Ciudad Real, Fernando Rodrigo, y ha estado acompañado por el presidente del RSU, Nicasio Peláez, y el vicepresidente de la institución provincial José Luis Cabezas, ha comentado en otro momento de su intervención que se ha adelantado mucho en el campo de la recogida de residuos y su posterior tratamiento.
En este sentido, ha indicado que la Diputación ha desarrollado en los últimos años dos proyectos con fondos Feder que han supuesto una inversión de 10 millones de euros.
Además de llevar a cabo mejoras en las travesías de los pueblos, la instalación de semáforos, resaltos y la adquisición de maquinaria, como rulos compactadores, se han construido puntos limpios en 37 localidades, por lo que únicamente siete pueblos de la provincia no cuentan con este tipo de instalaciones.
Considera De Lara que todas las administraciones deberían preocuparse y ocuparse de que estos municipios pudieran contar con un punto limpio para que toda la geografía ciudadrealeña quedara cubierta.
Ha indicado, por otro lado, que la gestión de los puntos limpios corresponde a los ayuntamientos y ha asegurado que es necesario mentalizar a las corporaciones locales sobre el hecho de que producir residuos genera responsabilidades tanto jurídicas como civiles y fiscales.
Los puntos limpios, según De Lara, no pueden convertirse en una figura decorativa en un pueblo, sino en un elemento sustancial en clave medioambiental.