«Las víctimas son captadas en su país de origen por organizaciones criminales, que en realidad son estructuras muy organizadas y tienen repartidos los papeles. Eligen a sus víctimas entre aquellas personas que tienen una situación económica muy mala, madres solteras, que pertenecen a familias desestructuradas… Y a otras, simplemente, las engañan con la promesa de que vienen a España a trabajar como empleadas de hogar».
No se puede generalizar porque hay locales que trabajan de forma absolutamente correcta, pero los hay que se saltan todas las reglas humanas habidas y por haber.
Ahí comienza el verdadero drama para las auténticas protagonistas de este reportaje, todas esas mujeres que al final se convierten en esclavas de sus captores sólo porque éstos tienen que «ganar» dinero. Y su «trabajo», el de los miembros de las organizaciones criminales, se denomina, simple y llanamente, trata de seres humanos, bien desde el punto de vista sexual o laboral.
Y que en Castilla-La Mancha también existe, tal y como ha explicado a encastillalamancha.es un hombre que, junto a su equipo, lucha a diario contra estas mafias. Hablamos de Rafael Soria, jefe de la Brigada Provincial de Extranjería de la Policía Nacional de Albacete. Y quienes durante los 10 últimos años han detenido a 170 personas en la provincia albaceteña por este tipo de delitos, consiguiendo además la colaboración de más de 100 víctimas que inmediatamente pasaron a ser testigos protegidos de la Justicia.
«DIRECTAS AL BURDEL, DONDE DESCUBREN LA VERDADERA SITUACIÓN EN LA QUE ESTÁN»
Cuando mucha de estas mujeres llegan a España… «Previamente les han facilitado documentación para viajar y otros miembros de la red criminal les esperan en el aeropuerto. A partir de ahí van directas al burdel o al club de citas, que es donde descubren cuál es la verdadera situación en la que están. Porque de repente se encuentran con que tienen que saldar una deuda de 4.000 ó 5.000 euros, que han de pagar ejerciendo la prostitución, siempre bajo la amenaza de que si no lo hacen algo les va a pasar a la familia que han dejado detrás, en su país».
Y aunque no en todos los casos de los clubes de alterne se actúe así, los hay.
Triste. Demasiado. Por ejemplo, la provincia de Cuenca es reconocida a nivel nacional también por el número de clubes de alterne que hay. Entre los que destaca el conocido popularmente como «el triángulo del amor», una zona muy concreta de la provincia.
Hasta Castilla-La Mancha llegan mujeres de todas las nacionalidades a las que obligan a ejercer la prostitución, aunque en su mayor parte proceden de Latinoamérica y de Europa del Este, «en concreto de Rumanía, aproximadamente el 40 por 100 del total». Con una peculiaridad que tiene la comunidad autónoma, y es que fue el territorio donde empezaron a llegar mujeres de Paraguay, «aunque luego ya fue común en otras regiones».
«MALOS TRATOS, VIOLACIONES… UNA FALTA ABSOLUTA DE ESCRÚPULOS»
Por fortuna, aunque no sea todavía suficiente, se han puesto en marcha medidas de apoyo para facilitar apoyo económico a todas aquellas mujeres que quieran colaborar con la Policía y denunciar hechos auténticamente dramáticos. «Se han realizado avances muy importantes en este sentido, además de asegurarlas que van a tener la condición de testigos protegidos y nunca se va a dar a conocer sus identidades».
De hecho, los agentes realizan controles habituales para saber dónde se ejerce la prostitución, cuál es la situación de estas mujeres, si son explotadas… O aquellas que ya no pueden aguantar más y van directamente a las dependencias policiales para contar sus casos y pedir que les ayuden.
Situaciones en muchos casos dramáticas…
Como las palizas que en algunos casos les pegan para que alternen, «encerrarlas sin comer o llevarlas a una casa aislada y violarlas durante varios días». Violencia en muchos casos extrema, «hay malos tratos y una falta absoluta de escrúpulos».
LA CRISIS TAMBIÉN HA AFECTADO AL «NEGOCIO»
Soria recuerda algunos de los casos en los que ha participado, como la actuación en un club de Almansa en 2004 que finalizó con la detención de toda la estructura criminal y el cierre del establecimiento; o el blanqueo de capitales que se realizaba en algunos clubes de la ciudad de Albacete.
La triste realidad de lo que hay fuera y no vemos…
Aunque hay un resquicio para la esperanza. Porque la crisis también ha afectado al negocio, que está estancado, «y aunque la oferta siempre va a existir, la demanda ha bajado. Sin olvidar que la actuación policial y judicial también pesa en los delincuentes».
LA EXPLOTACIÓN LABORAL EN EL CAMPO
La “otra” explotación es la puramente laboral, la que sufren generalmente ciudadanos subsaharianos que llegan a España sin regular su situación laboral y que son utilizados por las mal denominadas empresas de servicios agrícolas pero que en realidad ejercen de intermediarios entre el trabajador, que llega desesperado y necesita un trabajo a toda costa, hace lo que haga falta en muchos casos, y el verdadero empresario, que generalmente hace bien su labor pero que desconoce que gran parte del dinero que le paga a su trabajador se lo va a llevar el intermediario por el “acuerdo” previo que tienen entre los dos.
En la provincia de Albacete, por ejemplo, la época agraria por excelencia “comienza en abril o en mayo y dura hasta octubre, cuando acaba la vendimia, lo que requiere mucha mano de obra”. En 2013, por ejemplo, la Policía Nacional llevó a cabo casi un centenar de actuaciones en este sentido. “También trabajamos mano a mano con la Inspección de Trabajo, porque se mueve mucha documentación falsa y se usurpan identidades de los trabajadores. Pero sí quiero dejar claro que la mayoría de los empresarios actúan de forma correcta”.