Hace 11.000 años, en el Neolítico, el hombre comenzó a cultivar la tierra y a domesticar animales para producir su propio alimento. La agricultura fue el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad y marcó definitivamente la evolución de nuestra especie sobre la Tierra y el devenir del propio planeta.
La práctica agrícola está en el origen de las primeras ciudades y las civilizaciones antiguas, pero también en la transformación de los paisajes y la creación de nuevos hábitats. En el caso de las aves esteparias, miles de años de agricultura tradicional basada en el cultivo tradicional de cereal, leguminosas y otros herbáceos, en rotación con barbechos, y junto con la ganadería extensiva, configuraron en las mesetas y grandes valles de la Península Ibérica un ecosistema similar a la estepa de las llanuras de Asia y Europa Central, de donde eran originarias.
Mesa de Ocaña, un hábitat para 48 especies de aves
Uno de los mayores ejemplos de estepa ibérica cerealista lo encontramos en la Mesa de Ocaña (Toledo), un extenso páramo elevado a más de 100 metros sobre el valle del río Tajo, donde se han llegado a registrar hasta 48 especies diferentes durante la época de reproducción, entre ellas la avutarda, el sisón, la calandria o la cogujada común.
Se trata de aves gravemente amenazadas, cuyo declive está ligado principalmente a la intensificación de las prácticas agrarias, con la pérdida de barbechos y cultivos de legumbres, el avance del regadío, la introducción de cereales de ciclo corto o el uso de agroquímicos.
Con el objetivo de mejorar los hábitats de estas especies, Naturgy va a poner en marcha en Ocaña una medida agroambiental que pretende favorecer la calidad de vida de la avifauna esteparia de la zona, sobre todo en los periodos de nidificación y reproducción. Esta iniciativa está asociada a la construcción de una nueva planta solar en este término municipal y en línea con su política de preservación del entorno donde desarrollo sus proyectos.
Nido de cogujada común.
Implantación de un plan de rotación de cultivos
En unas 25 hectáreas de terrenos de labor de secano, se implantará un plan de rotación de cultivos, limitación del calendario de labores y minimización de agroquímicos, con el fin de aumentar la heterogeneidad del paisaje a través de barbechos viejos, el cultivo de las leguminosas, el empleo de cereales de ciclo largo, que no se cosecharán para favorecer la alimentación de las aves y la creación de linderos de vegetación natural. Todo ello redundará también en el fomento de polinizadores y otros insectos.
La iniciativa, incluida en la Declaración de Impacto Ambiental de la PSFV Ocaña, prohíbe prácticas como el uso de maquinaria durante la noche, el uso de herbicidas en barbechos o la entrada de ganado a las parcelas durante la época de nidificación.
Máximo respeto al medio ambiente
Naturgy apuesta con firmeza por el impulso del desarrollo sostenible para el conjunto de la sociedad, garantizando el suministro de energía competitiva, segura y obtenida con el máximo respeto al medio ambiente. A nivel global, la compañía está comprometida con la conservación de la biodiversidad, el capital natural y el patrimonio cultural en los entornos de sus instalaciones. En 2022, la compañía llevó a cabo 345 iniciativas de biodiversidad, el 20% de carácter voluntario, así como actuaciones de restauración ambiental en 50 hectáreas, de las que más del 30% corresponde a espacios, hábitats o especies protegidas.
Tercera planta fotovoltaica en la provincia de Toledo
En Ocaña, la compañía tiene previsto iniciar este año la construcción de una nueva planta fotovoltaica de 50 MW, reforzando así su compromiso con la transición energética en Castilla-La Mancha, donde actualmente opera más de 1.000 MW eólicos, fotovoltaicos e hidráulicos en 26 instalaciones.
Ocaña será la tercera planta fotovoltaica de Naturgy en la provincia de Toledo y la octava en la región. Actualmente, la compañía opera en esta provincia Toledo PV, de 1MW, la central solar más antigua de Europa, y Carpio de Tajo (El Carpio de Tajo) de 50 MW; en Ciudad Real cuenta con otras cuatro plantas más de 50 MW cada una, el complejo Picón I, Picón II y Picón III (Porzuna) y La Nava (Puertollano-Almodóvar del Campo), y en Guadalajara puso en funcionamiento el año pasado Canredondo (Canredondo).